Pobres venezolanos al tener que soportar la dictadura de un gobierno (que preside Nicolás Maduro) que se comporta de manera imbécil (eufemismo) en materia económica.

Maduro, tiene a la economía venezolana en verdadero jaque. Controles de precios, emisión monetaria irresponsable, gasto público desbocado (junto con endeudamiento público también irresponsable) que está siendo recortado por la caída en los precios del petróleo (en eso el gobierno mexicano se parece mucho al venezolano), una economía cuyo PIB depende en más del 90% de los ingresos petroleros, expropiaciones arbitrarias y un larguísimo etcétera que empobrece día con día a los venezolanos.

Hace unos años visité a ese hermoso país, y me llevé la impresión de que muy pronto esa nación sería desarrollada. Qué horrenda decepción he tenido. Jamás imaginé que los hermanos venezolanos serían esclavizados por una dictadura de corte comunista. Vaya, pensé que eso le pasaría más probablemente a Colombia, y qué bueno que hasta ahora siga equivocado respecto a los colombianos.

La economía venezolana languidece. Los venezolanos esperan durante horas en las filas de supermercados. Hay escasez de alimentos en todo el país. Por si esto no fuera grave, en Venezuela es difícil encontrar en los almacenes productos básicos para el ser humano como papel de baño, pañales, toallas femeninas, leche, café, azúcar, pollo y hasta preservativos.

El inmaduro e ignorante presidente venezolano, Maduro, cree que esto se arregla atacando a los capitalistas. Recientemente su gobierno expropió las cadenas de supermercados Día a Día y Farmatodo (flagrante violación a los derechos privados de propiedad de los particulares que se inició desde el gobierno bolivariano de Chávez y que sólo agravará la escasez y desincentivará a la inversión privada). Los acusó de acaparadores y especuladores.

¿No hay quién le advierta a Nicolás Maduro que controlar los precios, querer fijarlos por debajo de lo que indica el mercado libre provoca escasez y largas filas de personas queriendo conseguir bienes básicos? ¿No hay quien le advierta a Maduro que bajar los precios por decreto gubernamental sólo provoca escasez y mercados negros? El acaparamiento o mercado negro es consecuencia, jamás causa del control de precios (precios máximos). Alguien debería advertirle al presidente venezolano que sus políticas de control de precios sólo empobrecerán más a los venezolanos. Los precios se deben fijar de acuerdo a la oferta y la demanda libres, jamás por decreto gubernamental. En México ya vivimos este infierno económico con los gobiernos populistas y estatistas de Luis Echeverría y José López Portillo.

Además de la escasez, el gobierno venezolano con su emisión monetaria irresponsable ha llevado a la inflación a dos dígitos anuales, al 65% (cifra reconocida por el propio Banco Central de Venezuela). Los analistas afirman que en realidad la inflación es del doble, es decir que supera el 100%; si es así, el gobierno de Maduro se acerca a una hiperinflación y ello lo podría conducir a su derrocamiento (los golpes de estado siempre se dan o por subir impuestos o por emisión monetaria irresponsable).

Por lo pronto la moneda de Venezuela está perdiendo valor más rápido que cualquier otra divisa en el mundo. La mayoría de los venezolanos ahora cambia divisas en el mercado negro no oficial. Un dólar estadounidense equivalía a unos 88 bolívares hace un año. Hoy, un dólar vale 190 bolívares. ¿Quién se acuerda hoy del funesto Hugo Chávez anunciando la creación del “Súper Bolívar”? Como siempre pura demagogia al más puro estilo latinoamericano.

Venezuela cuenta con cuatro esquemas cambiarios: dos que el gobierno utiliza para pagar sus importaciones, la tasa no oficial (mercado negro) y uno nuevo presentado por Maduro el jueves pasado. El último tipo de cambio permite a los venezolanos comprar legalmente dólares por primera vez en más de una década. Pero hay un límite: sólo pueden comprar dos mil dólares al mes (esta medida estatista es muy parecida a la que tomó el entonces presidente mexicano, Felipe Calderón, cuyo gobierno, dizque para combatir el lavado de dinero, fijó arbitrariamente un monto de dólares mensuales a comprar por parte de las personas físicas y morales, política pública que solo ha dañado a la economía desde entonces).

Y lo peor, Maduro está endureciendo políticamente a su régimen y persigue y encarcela a los opositores que considera peligrosos para la estabilidad de su gobierno bolivariano. En los últimos días arrestó al alcalde opositor de Caracas, Antonio Ledezma, bajo la acusación de que estaba preparando un golpe de estado. De esa forma, con Ledezma y el disidente Leopoldo López en la cárcel, ya son 98 los presos políticos en el país.

Venezuela tiene la segunda tasa más alta de homicidios en el mundo. El Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), estimó en 24 mil 980 en 2014 (82 asesinatos por cada 100 mil habitantes), que lo situó como el segundo país con más asesinatos en el mundo.

Corrupción, inseguridad, escasez, inflación, corrupción y violación a los derechos humanos elementales son el pan de cada día para los hermanos venezolanos. Ahí está Maduro, el pobre dictadorzuelo inmaduro de América Latina.