La semana pasada se generaron varios eventos que llamaron la atención: la corrupción en la FIFA y la reelección de Blatter como su presidente, la goliza que el Santos de Torreón le propinó a los Gallos de Querétaro, las continuas violaciones a la ley por parte del PVEM (que no es partido sino negocio y menos aún es verde y ecologista) y las multas y castigos impuestas por el INE, la discusión barroca de sí vale la pena o no anular el voto, las acusaciones entre candidatos de a ver quién es más corrupto, las manifestaciones de taxistas en contra de Uber, etcétera. Sin embargo, la principal noticia de la semana es sin duda la decisión unilateral, arbitraria e ilegal que tomó la Secretaria de Educación Pública de suspender por tiempo indefinido los exámenes para el ingreso, promoción y permanencia de los profesores de educación básica, media básica y media superior. Una decisión tomada a una semana de las elecciones federales de diputados, una decisión con claros tintes electoreros.

Como es ampliamente conocido, la educación que se imparte en México es más que mediocre, es pésima y para documentarlo ahí están los resultados de los exámenes Enlace (ya cancelado) y el de PISA, que nos sitúa como el peor evaluado dentro del conjunto de países que forman parte de la OCDE y de ahí el argumento de la reforma educativa promulgada en 2013, una que tiene como objetivo central incrementar la calidad de la educación a través, principalmente, de tener un conjunto de profesores mejor preparados tanto en cuanto a sus conocimientos como en cuanto a su capacidad pedagógica, siendo crucial para lograrlo el que los propios profesores se sujetaran a exámenes periódicos de evaluación, mismo que también se aplicaría a aquellos individuos que quisieran ingresar al sistema docente.

Uno de los puntos centrales de la reforma fue, tal como está establecido en el artículo 3, fracción IX de la Constitución, dotar de autonomía, con personalidad jurídica y patrimonio propio al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. El INEE es el órgano del Estado mexicano, que no del gobierno, el encargado de evaluar a los profesores y a los candidatos para efectos de ingreso, promoción y permanencia en el magisterio, con un espíritu meritocrático: sólo ingresan, se premia y permanecen aquellos profesores que cumplen con los estándares establecidos de calidad. El objetivo de la reforma fue expropiar, para beneficio de la Nación, un sistema educativo que fue secuestrado por los líderes sindicales del magisterio, recuperar para el Estado mexicano la política educativa.

La decisión por parte de la SEP de suspender los exámenes, invadiendo ilegalmente el ámbito de competencia del INEE afecta, como señaló el propio Instituto, a casi 400 mil individuos entre quienes buscan ingresar al servicio docente y a aquellos que querían acceder a reconocimientos y ascensos dado su desempeño y se constituye como un grave acto que afecta directa y negativamente el derecho de la niñez y juventud mexicana de recibir una educación de calidad.

Y tres comentarios finales:

1. La decisión de la SEP invade las atribuciones del INEE y es una muy grave violación a la Constitución por parte del Poder Ejecutivo Federal. Los exámenes, como señala la propia Constitución, son obligatorios.

2. Grave que el gobierno haya cedido al chantaje de algunos miembros del magisterio con fines puramente electorales.

3. Un país que no le apueste a una educación de alta calidad está condenado a la mediocridad.