El pasado 29 de enero el INEGI publicó la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto al cuarto trimestre de 2015 que, como su nombre lo indica, no es la cifra definitiva, misma que e lNEGI dará a conocer el martes 23 de febrero, pero que nos da una idea muy aproximada (por lo general la cifra definitiva varía muy poco, si es que realmente varía) del desempeño de una de las variables más importantes de la economía, el Producto Interno Bruto, el PIB, con el que se mide el comportamiento de la producción de bienes y servicios y, dado que todo ello se mide en términos monetarios, también mide la generación de ingreso de todos los agentes económicos que aportaron factores de la producción a la producción de esos bienes y servicios.

Cito directamente del comunicado oficial: “El INEGI presenta los resultados de la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) Trimestral, los cuales señalan que éste aumentó 0.6% durante el cuarto trimestre de 2015 respecto al trimestre anterior, con cifras ajustadas por estacionalidad. Por componentes, las Actividades Primarias (agropecuarias, silvicultura, pesca, etc.) decrecieron 1.7%, las Secundarias (industria manufacturera) permanecieron sin variación 0.0%, mientras que las Terciarias (sector de los servicios) crecieron 0.9%, en relación al trimestre previo. En su comparación anual, la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto registró una alza de 2.5% en el trimestre octubre-diciembre de 2015 respecto a igual trimestre de 2014. Por grandes actividades económicas, el PIB de las Actividades Primarias avanzó 3.1%, el de las Secundarias 0.6% y el de las Terciarias lo hizo en 3.5%”.

Estas estimaciones del PIB, ¿suponen alguna mejora? Comparemos con los resultados del tercer trimestre del 2015 (entre paréntesis pongo el resultado del cuarto trimestre). Crecimiento trimestral, total: 0.8 por ciento (0.6); actividades primarias: 2.3 (menos 1.7); secundarias: 0.8 (0.0); terciarias 0.8 (0.9). Crecimiento anual, total: 2.6 por ciento (2.5); actividades primarias: 3.8 (3.1); secundarias: 1.2 (0.6); terciarias 3.2 (3.5).

De ocho comparaciones hechas en dos mejoramos y en seis empeoramos, lo cual, por tratarse de una variable tan importante como es la producción de bienes y servicios, y con ella la generación de ingreso, y de una variable cuyo comportamiento en los últimos treinta y tres años ha sido mediocre, deja mucho que desear. Simple y sencillamente (¿o debo escribir: complicado y difícilmente?) no logramos, mucho menos de manera sostenida, que repunte la tasa del crecimiento del PIB, ni con reformas estructurales, ni con inflación en mínimos históricos. ¿Qué nos falta? (¿Verdadero Estado de Derecho?)

Se puede argumentar que los resultados presentados por el INEGI son estimaciones preliminares y que falta ver cuál fue el resultado definitivo, cifras que conoceremos el 23 de febrero. Sin embargo, por lo general, las cifras definitivas varían muy poco con relación a las estimaciones preliminares, y pongo dos ejemplos. En las estimaciones oportunas para el tercer trimestre del 2015 (que se dieron a conocer el 30 de octubre pasado) el INEGI reportó, con relación al PIB, un crecimiento trimestral del 0.6 por ciento y uno anual del 2.3. Las cifras definitivas (que se publicaron el 20 de noviembre del año pasado) resultaron, respectivamente, 0.8 y 2.6 por ciento. Cambios marginales, que en aquel entonces fueron para bien. ¿Se repitió la historia en el cuarto trimestre del 2015? Lo sabremos el 23 de febrero.