La CNTE —razoné en mi entrega anterior— está diseñando el futuro de México con la connivencia, apoyo y entusiasmo de varias fuerzas vivas:

• Los partidos más “progresistas”, especialmente el que añora el pasado revolucionario-cardenista-fascista-nacional-socialista del más vetusto PRI: #AMLOesCNTE.

• La muy, pero muy dialogadora secretaría de (sic) “Gobernación”.

• Las comisiones de derechos humanos, apapachadoras siempre de los victimarios del derecho de los no adscritos a grupos de poder.

• Grupos arribistas de ensotanados que hasta misas celebran en los plantones, quizá añorantes del obispo Samuel Ruiz y de sus guerrilleros.

• Variopintos defensores de los derechos sindicales que ni por casualidad o despiste se asoman a los derechos de niños y alumnos.

El maestro Ángel Balderas Puga ha hecho tres videos para atacar la “contrareforma” (sic) educativa sin reparar en que todo educador necesita ortografía. Entre vocales la R se repite, profesor: contrarreforma. Y exige derogar (resic) la contrareforma (recontrasic) mas este ignorante ignora que un artículo de una ley se deroga, y una ley entera se abroga. Uf, para qué perder tiempo con sandeces.

Los gobernantes se llenan la boca con el interés superior de la niñez y con igual efusividad prometen deslindar responsabilidades y aplicar todo el peso de la ley y no permitir la violencia y privilegiar el diálogo y el estado de derecho y y y y. Mas contra la palabra flaca y hueca, hay que tomar acción aunque sea con algo imposible:

QUE SE ACABE LA HIPOCRESÍA

Imposible pero de todos modos propongo formar la Coordinadora Nacional de Aviadores (CNA) y agremiar a ella a los actuales miembros de la CNTE, CETEG y coordinadoras afines, con estas condiciones indispensables:

1. Plena estabilidad laboral a los miembros de la CNA, con la garantía de que ni ellos ni sus descendientes hasta la séptima generación dejarán de pertenecer a dicho gremio.

2. Conservar intactos todos sus sueldos y prestaciones, beneficios y prebendas, de por vida y sin que el tiempo los mancille.

3. Brindar la calidad de servidores públicos a los agremiados. El Estado velará por que nunca falten impuestos suficientes o deuda para satisfacer sus siempre crecientes remuneraciones.

4. Jamás poder auditar las cuentas de la CNA; sus líderes gozarán de la usual inmunidad fiscal de todos los líderes sindicales.

5. No combatir delitos cometidos por miembros de la CNA, para que no haya presos políticos. Por lo tanto, el gremio podrá asociarse a cualquier grupo nacional o extranjero que lo apoye o financie, aunque se trate de bandas de delincuentes o guerrilleros.

6. Oficializar para todos los miembros de la CNA la obligación irrevocable de jamás prestar servicio de ninguna especie, no estudiar ni capacitarse, nunca ponerse frente a un salón de clase y mucho menos ser sujetos a evaluación alguna.

Podrá eventualmente la autoridad sugerir con todo respeto a los miembros de la CNA que se abstengan de hacer plantones y acciones de resistencia y exhortarlos a no afectar derechos de terceros, claro que sin jamás recurrir a especie alguna de represión porque siempre se privilegiará una mesa de diálogo apoyada en clérigos mediadores, visitadores de derechos humanos y oenegés muy atentas a la tutela del Estado al derecho de los agremiados a dicha organización social.

Con independencia de todo lo anterior, la SEP podrá contratar a maestros pero nunca podrán formar parte de la CNA ni gozar de sus garantías, sujetos ellos sí a la reforma educativa y a cumplir obligaciones docentes.

Con tales medidas se oficializará la condición actual de aquellos trabajadores de la educación, a modo de reconocer de jure la realidad de facto de las coordinadoras.

La única diferencia con la situación actual será dar a la CNA nombre, personalidad jurídica, autonomía elevada a nivel constitucional, patrimonio propio y garantía de inamovilidad: la Coordinadora Nacional de Aviadores ya existe.