Aquí van algunas notas sueltas.

1. Grave fue el error que cometió el gobierno mexicano al invitar a los dos principales candidatos a la presidencia de Estados Unidos. Peor aún, fue darle tratamiento de jefe de Estado a Trump y otorgar una conferencia de prensa que él manejó y dominó, dándole de paso un empujón a su alicaída campaña (menos mal que no había una bandera estadounidense en el evento; hubiese magnificado la afrenta). Argumentar que la reunión fue para informarle al candidato republicano sobre la importancia para ambas naciones de las relaciones económicas y blindar la estabilidad macroeconómica y financiera en caso de que él ganara las elecciones, es un sinsentido. Simplemente, la apertura por parte del gobierno mexicano a una posible renegociación del Tratado Norteamericano de Libre Comercio es un grave error ya que de darse, aparecerían en los tres países los argumentos proteccionistas que para efectos prácticos lo matarían. Habría que preguntarle a Trudeau qué piensa.

2. Trump, después de la reunión que sostuvo con el presidente Peña, en su discurso pronunciado ese mismo día en Arizona, volvió a enfatizar su intención de construir el muro fronterizo y que México lo pagaría. Ha insistido en ello y ha dicho que lo financiaría con la imposición de aranceles a las exportaciones mexicanas (lo cual además de violar el TLCAN también iría en contra de las reglas de la Organización Mundial de Comercio) y confiscando las remesas (lo cual sería un atentado a los derechos de propiedad y por lo mismo ilegal).

3. Hillary Clinton está furiosa y difícilmente habrá un acercamiento con el gobierno mexicano antes de las elecciones.

4. Ha surgido un movimiento en México exigiendo la renuncia del presidente Peña. No tiene sentido. De entrada, el Secretario de Gobernación asumiría transitoriamente la presidencia mientras la Cámara de Diputados nombre un presidente sustituto para terminar el periodo en el 2018. Sería un presidente notoriamente débil y con una muy baja capacidad de gobernar. Es mejor exigirle al presidente Peña una efectiva rendición de cuentas.

5. El formato que eligió el presidente Peña para "rendir" su informe, tipo Town Hall, no es informar sobre el estado que guarda la Nación, no es rendir cuentas.

6. En esta semana se enviará al Congreso la Ley de Ingresos y la propuesta del Presupuesto de Egresos de la Federación. Es la oportunidad, quizás la última del sexenio, para irse a un presupuesto "base cero" y eliminar todos aquellos rubros de gasto que son ineficaces y que tienen una tasa de rentabilidad social negativa. El presupuesto está plagado de transferencias y subsidios que requieren ser eliminados. Es indispensable asignar recursos para inversión pública, misma que ha seguido cayendo. Además, es la ocasión para reducir drásticamente los requerimientos financieros del sector público y tener un superávit primario (ahí están las advertencias de las agencias calificadoras).

7. A su regreso de la reunión de los G-20 en China, el presidente Peña tiene que ponerse las pilas y aterrizar el SNA, enviando las propuestas para nombrar al fiscal anticorrupción y a los integrantes del Tribunal de Justicia Administrativa.

8. Les deseo que tengan una buena semana.