Platiqué con alumnos estudiantes de economía y la verdad es que de las cosas que se discutieron pocas son relevantes y ninguna es alegre. Todos están casados con teorías socialistas que no soportan el menor escrutinio y además ni las saben defender.

Todos atacan al libre comercio diciendo de que es, por lo menos, inhumano, si no es que el peor de los escenarios posibles para un país como el nuestro. ¿Saben acaso que defender la libertad económica es ir por el camino más humano que hay?, no, y no les interesa, en cambio les importa el decir, y casi gritar, que el socialismo es la esperanza, que todos somos proletarios y que por eso debemos de atacar al (mal llamado) neoliberalismo.

Que el Banco de México podría hacer “mucho más” por el país, ¿de qué forma más que mantener el valor de nuestra moneda?, no lo dicen, pero están convencidos de que su labor es ínfima.

Que México (nótese el colectivo), ha sido dañado a más no poder por el TLCAN, ¿de qué forma o en qué medida?, tampoco te lo contestan pero puedes adivinar que es porque algunos productores han salido perjudicados, vaya, es el cuento de nunca acabar, por más que explicas que no todos producimos pero sí todos consumimos no escuchan, lo que no quieren es ver cerrarse fábricas, no importa qué tan ineficientes sean.

Que el ser humano no es egoísta, ¿en qué se basan?, tampoco hay respuesta, pero ya saben, si ellos llegaran al poder, ninguno haría mal uso de él, al contrario, harían mucho bien y distribuirían mucho mejor el ingreso nacional, ¿qué libros han leído?, ninguno que te puedan citar, es simplemente que lo que han escuchado y se quedan con la idea. El liberalismo no ve por los demás, no hay generosidad dentro de él.

La libre competencia no es buena, sólo sirve para crear desempleo y hacer ricos a algunos empresarios, porque eso sí, todos son malévolos, ¿se ponen a pensar que las mejoras y comodidades que viven día a día es por culpa de estos inhumanos?, no, simplemente hay que ver que, como buscan una utilidad, hay que sacrificarlos.

Estos seres humanos son los que estamos formando y en algún momento estarán en lugares decisivos para el futuro.

Más tarde platiqué con dos personas con estudios profesionales, una mayor que le debe su trabajo al PRI, ¡uy!, no hables mal de él, logró tanto por el país. Es inverosímil como alguien con gran capacidad dentro de él le de tanto peso a un partido así, ¿importa su esfuerzo?, parece que no, ¿sus conocimientos?, tampoco, ¿su vocación de servicio?, menos, aquí sólo importa que el PRI lo empleó, lo demás es lo de menos, su trabajo es gracias al partido, no a su preparación (que también se la debe al partido ya que sin la UNAM no sería nadie), él ganó gracias al PRI y le debe entonces su voto. El PRI lo ha hecho lo que es. ¿Reforma fiscal?, ¡hablamos del PRI de antaño!, no, ninguna, antes deuda que para eso está el Gobierno.

La otra persona es mucho más joven pero tampoco parece importar, le niega su voto a López sólo porque siente que el país puede retroceder, pero no cree que si Calderón gana, las reformas vayan a servir para algo, el cambio para él es algo que tomará décadas (no anda errado en esto), y cree que las mentadas reformas provocarán un cambio imperceptible en el país. No importa que pasen las reformas laboral, energética y fiscal, cambios no habrán.

El problema para esta persona es cultural y está bien, es de hecho así, pero la adaptación se puede lograr sobre la marcha, no hay por qué detenernos, muchos nos han pasado y lo seguirán haciendo, podemos adaptarnos sin tener que estancarnos. Pero en la discusión esto no importa, y es que no importa que les des más margen de maniobra a los empleadores para contratar más si así lo exige el mercado, no importa, cambios no habrá.

Estudiantes, burócratas y profesionistas, todos igual, ninguno quiere creer, todos por el mismo camino. Hay mucho por hacer, hay que cambiar la mentalidad, los cambios son posibles y no son tan dolorosos como se piensa, pero mientras mantengamos una actitud derrotista no llegaremos a ningún lado.

Dicen que los pueblos tienen el gobierno que se merecen ¿será?, no creo (después de esto), que la frase esté muy errada.

El cambio llegará gane quién gane, de eso no tengo ninguna duda, pero más allá de todo eso hay que pensar que la gente sigue desinformada, y mucha de ella por decisión propia, no saben ni qué defienden pero saben que levantarán la voz si algo no lo comprenden, no para preguntar, sino para estar en contra.

¡Qué tristeza!