Los candidatos han propuesto partir de un mismo punto en materia fiscal, lo ingresos del gobierno son insuficientes para cubrir los gastos actuales, hasta ahí las coincidencias. Lo demás cada quién vende a su modo su idea, que no propuesta. Pues mientras uno anuncia subsidios, el otro anuncia exenciones y un tercero anuncia reducción de tasas. El otro punto de coincidencia es que todos han prometido tanto gasto que no será posible que cumplan. Lo dramático es que lo más seguro es que nada pase, pues el congreso no votará las propuestas de ningún candidato, pues como ya se comprobó en México el ejecutivo propone y el Congreso dispone.

Pasemos a las “ideas”, el señor López rehúsa hablar de reforma fiscal, sólo da chispazos como el prometer subsidios a los que ganan menos de 9 mil pesos, pero la mayor parte de éstos ya están fuera del sistema recaudatorio, pues no pagan impuesto sobre la renta aquellos que perciben hasta cinco salarios mínimos, así que usando sus propios números, su oferta es para menos de un millón de familias, los otros 17 no pagan desde ahora. Ha dicho que se requiere un sistema de impuestos progresivos, pero esto significa una reforma al ISR para elevar las tasas pues si ya excluye a otros tantos del pago pues a los que hoy sí pagan les tendrán que subir las tasas, pues no hay señas de hablar de ampliación de bases fiscales y mucho menos hablar del IVA pues ya lo ha dicho y es más es su forma de ataque a Calderón, el IVA a alimentos y medicinas es malo, casi anatema. Entonces, si existe una ley que garantiza el equilibrio fiscal y se ha comprometido más gasto, se ha comprometido una reducción de la recaudación, ¿de dónde va ha salir el recurso fiscal extra?, la repuesta mágica es de los ahorros por honestidad y sueldos de altos funcionarios. Algo que no sólo esta mal sino que desde ahora las cuentas no cuadran y por ley deben cuadrar.

El señor Madrazo prometió la extensión para hasta 10 salarios mínimos, dando un madruguete a las intenciones de López, pero de nuevo, no sabemos qué van a hacer, pues han insistido en la necesidad de hacer competitivas las tasas de ISR y por tanto bajarlas, han atacado a Calderón por el IVA a medicinas y alimentos, han hablado de ampliar la base fiscal, han prometido más gasto y no han dicho cómo van a cuadrar las cuentas. Entonces parece que es el mismo caso que el anterior. Se requieren más recursos pero sólo han prometido menos impuestos, entonces ¿de donde saldrían los recursos financieros para el gobierno? Hasta ahora nadie en el PRI ha sido capaz de contestar tan temeraria pregunta, pues la intención de ampliar la base de contribuyentes data de al menos la reforma de 1979.

Calderón ha promovido la idea de que se requiere un ajuste en nuestras tasas de ISR para ser competitivos y por ello ha hablado de una tasa única de entre el 15 y 20%, la idea es que al reducir la tasa se quitan muchos de los incentivos a evadir y con ello la tasa efectiva de recaudación es la que se eleva, con ello la base fiscal se amplía por el efecto de desaparición de los múltiples regímenes. Por el lado del consumo no se ha dicho nada, así que los otros dos mienten al acusarlo de promover IVA en alimentos y medicinas, pues él no ha dicho nada. Lo que puede preocupar de esta propuesta es que cuadre, pues en teoría suena lógico, ampliamos la base con una tasa más baja el resultado será una mayor recaudación, y los países que así cobran sus impuestos lo han demostrado, desde Rusia a Eslovenia. Pero esto ¿será suficiente para cubrir todas las necesidades de gasto y con ello cumplir con la Ley de Equilibrio Presupuestal?

Lo que ninguno de lo candidatos ha hecho es una propuesta integral de ingreso y gasto como partes de la misma ecuación, y mucho menos han propuesto analizar si es gasto pueblito lo que necesitamos o lo que es más grande a mi parecer sería que se preguntaran si el gobierno mexicano está haciendo lo que debería y qué es lo que sí debería hacer. La respuesta parece obvia nadie está conforme con el tamaño del gobierno que tenemos, tampoco con su nivel de ineficiencia y mucho menos con los servicios que presta. De tal forma que la pregunta correcta es ¿tenemos el gobierno que queremos?

El otro punto que se nos olvida y más en el ambiente de “campa” es que los impuestos son eso, una imposición que la sociedad se hace a sí misma para cubrir el costo de tener un gobierno, que ese gobierno rinda cuentas y que realice sus labores correctamente, por eso se llaman así: impuestos. Pero pesan más las ideas de la “justicia”, moralidad y las ideologías, por tanto algo tan sensato para las democracias occidentales como es el acuerdo de cómo pagar, cuánto pagar y a quién pagar para mantener al gobierno no es tema de la campaña, es más está fuera de la arena política desde aquel amargo 1995.