No han faltado los despistados que, ante los recortes del gasto gubernamental llevados a cabo por la 4T, sobre todo en partidas que estaban destinadas a la satisfacción de ciertas necesidades, desde la salud hasta las estancias infantiles, o a la atención de ciertos intereses, desde las becas para los creadores de cultura hasta los apoyos para los atletas de alto rendimiento, han afirmado, o por ignorancia o mala fe, o por mala fe e ignorancia, que, dado que el liberalismo aboga por un gobierno mínimo, y un gobierno mínimo supone menos gastos, la 4T es liberal, lo cual simple y sencillamente no es cierto. La 4T, ¿liberal? Ni por asomo.

En primer lugar, y esto es lo más importante para desmentir a quienes afirman que, dados los recortes al gasto gubernamental, la 4T es liberal, en la 4T, tomando en cuenta el gasto total del gobierno, no ha habido, ni habrá, recortes al gasto. Lo que ha habido es una reasignación de gasto, por la cual se gasta menos en X para poder gastar más en Y, algo muy distinto, y a la prueba me remito.

En el 2018 el Prepuesto de Egresos de la Federación fue de 5,279,667 millones de pesos; en 2019 será de 5,838,060 millones, 558,393 millones de pesos más, equivalente a un aumento nominal del 10.58 por ciento y real, ya descontada la inflación esperada para este año, (estimada en 3.4 por ciento según los Criterios Generales de Política Económica 2019), del 7.18 por ciento. ¿Recorte al gasto? ¡Sí, cómo no!

Quien crea que realmente ha habido recortes al gasto gubernamental, y que por lo tanto el gobierno está ahorrando, lo cual sería un abuso, ya que el gobierno debe gastar, con honestidad y eficacia, todo lo recaudado entre los ciudadanos, no sabe lo que cree. Cree en una falacia.

Lo que está sucediendo en la 4T es, primero, menos gasto en X (programas no prioritarios para AMLO) y más gasto en Y (programas sí prioritarios para AMLO) y, segundo, más gasto total, nada de lo cual, si sabemos de lo que estamos hablando al hablar de liberalismo, puede identificarse como liberal.

No solamente no hay menos gasto, sino más, y no solamente no hay menos gobierno, sino más, nada de lo cual se identifica con el liberalismo, que sí aboga por menos gasto total, lo cual se traduce en menos impuestos y, por lo tanto, en más ingreso disponible para los agentes económicos, y también aboga por menos gobierno, lo cual se traduce en más áreas de libertad para los ciudadanos.

La 4T, ¿supone desde menos gasto total hasta menos gobierno? No, supone exactamente lo contrario: más gobierno y por lo tanto más gasto gubernamental, si bien es cierto que hasta ahora, trascurridos seis meses y veinte días de la misma, ello no ha significado (¿¡todavía!?) más impuestos, aunque sí más deuda del gobierno, algo que debe preocuparnos.