Cuando los empleadores son incapaces de reducir su fuerza de trabajo, se vuelven temerosos de contratar y el crecimiento del empleo se destruye.
Un mercado laboral flexible es la clave para mayor competitividad, creación de empleo formal y mejores salarios para los trabajadores. Las empresas deben ser capaces de contratar a quien desean y los trabajadores ofrecer sus servicios a quien sea sin tener que esperar y pasar retrasos innecesarios debido a complicaciones burocráticas y a la rigidez laboral.
En medio del entorno difícil que se vive es menester generar empleo formal, bien remunerado y con mejores prestaciones para los trabajadores. Pero cuando el costo de contratar o emplear a los trabajadores es demasiado alto, cuando el costo de rescindir de un empleado también es demasiado alto; las empresas piensan dos veces antes de contratar y si deciden que es necesario contar con un trabajador, piensan mucho más de esas dos veces contratar a esa persona con prestaciones legales, es decir, darle un empleo formal, por ello en México hay tanta informalidad en el mercado laboral. Las cifras de informalidad laboral son muy altas, de acuerdo con INEGI en áreas más urbanizadas la tasa es del 44.93% respecto de la población ocupada y de hasta el 69.13% en áreas menos urbanizadas.
La creación de empleo para las generaciones futuras es una prioridad clave para México, y sin embargo sus propias leyes, regulaciones y reguladores bloquean su creación y la formalidad laboral. ¿Se ha preguntado por qué tantos emprendedores detienen sus ideas de negocios cuando implica contratar personal? ¿Por qué tantos empresarios tienen miedo de contratar un trabajador cuando inician sus negocios y sobre todo darle prestaciones sociales? o ¿Por qué existe tanto empleo informal en México? Muchas respuestas son factibles, pero una de ellas es que las personas tienen miedo de lo que implica contratar formalmente un trabajador y ese miedo se reduce al temor de que su negocio no triunfe y deban cerrar y las consecuencias financieras y legales que esto conlleva.
La creación de empleo es una tarea central de cualquier economía de mercado. Sin embargo, cuanto más costoso es hacer algo, menos se hace. El Instituto Fraser ha encontrado que los altos costos de contratación claramente reducen el empleo. Muchas veces se tiene la idea de que las restricciones a los despidos o los altos costos de despido son una forma de salvar empleos, pero, de hecho, podemos afirmar que los altos costos en los que se incurre a la hora de rescindir de un trabajador son destructores de empleos. Un empleador será muy reacio a contratar si, en el caso de que la empresa se equivoca al contratar, la empresa no puede rescindir su contrato con el empleado o si, en el caso de desaceleración económica, la empresa es incapaz de ajustar su fuerza de trabajo adecuadamente. Cuando los empleadores son incapaces de reducir su fuerza de trabajo, se vuelven temerosos de contratar y el crecimiento del empleo se destruye.
En una revisión de los diferentes índices se observa que México se encuentra mal clasificado en lo que respecta a las leyes laborales. Por ejemplo, en el ranking de libertad económica del Instituto Fraser, México se encuentra muy mal clasificado al comparársele con otros países. Es necesario facilitar y abaratar tanto la contratación como el despido de trabajadores en México. Los empleadores deberían también tener la capacidad no solo de contratar, también de poder dar por terminado el contrato a sus empleados más rápidamente sobre todo cuando la fuente laboral se ha agotado, esto permitiría incrementar la fluidez en el mercado laboral.
Por ejemplo, en los países que están en los índices anteriormente mencionados mejor evaluados que México hay 8 escenarios en los que un empleador puede terminar un contrato de trabajo y entre ellos están: la incapacidad manifiesta de realizar correctamente las tareas encomendadas, la falta grave de conducta y el incumplimiento de la relación laboral, la reorganización y la imposibilidad laboral a largo plazo. Tan solo incluir en México como determinante de despido la imposibilidad laboral a largo plazo por disminución de ventas, crisis económicas o porque se ha agotado la fuente laboral, sería un gran avance en materia de flexibilidad laboral, que le permitiría al empresario mayor certidumbre para tomar decisiones estratégicas en época de desaceleración y recesión económica, perder el miedo a contratar de largo plazo, dar formalidad a la relación laboral. Esto impactaría positivamente en el empleo formal y la creación de empleo nuevo porque sería benéfico sobre todo para el 90% de los empresarios mexicanos que son parte de las micro, pequeñas y medianas empresas que son siempre las que más temen a los riesgos de tener un trabajador y sobre todo de dar formalidad legal al trabajo.
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.