Se ha publicado el Índice de Progreso Social 2019, IPS, que muestra, en función de 51 variables, reunidas en 12 subgrupos, agregados en 3 grandes grupos, el nivel de bienestar de los habitantes de cada nación, en función de variables que van, desde el porcentaje de la población que padece desnutrición, hasta el porcentaje de estudiantes que asisten a universidades de clase mundial.

La posición de México, entre 149 países, es la 55, y su calificación, en escala del 0 al 100, es 71.5, lo cual nos califica como país de progreso social medio alto (las calificaciones son: muy alto, alto, medio alto, medio bajo, bajo, muy bajo). Hace un año, en 2018, la posición fue 59 (avanzamos cuatro lugares, bien) y la calificación 70.1 (subimos 1.4 puntos, bien), lo cual apunta en la dirección correcta.

Los 3 grandes grupos en los que se agrupan los 12 subgrupos son: necesidades humanas básicas (NHB), fundamentos del bienestar (FB), oportunidades (O).

En el grupo de las NHB se incluyen las siguientes variables: nutrición y cuidados médicos; agua y saneamiento; vivienda; seguridad personal. En este grupo México ocupa la posición 75 con una calificación de 82.3. En 2018 la posición fue la 73 (retrocedimos dos lugares, mal) y la calificación 82.1 (subimos 0.2 puntos, bien).

En el grupo de los FB se contemplan estas variables: acceso a conocimientos básicos; acceso a información y comunicaciones; salud y bienestar; calidad medioambiental. En este grupo la posición de México es la 53 y la calificación 74.7. El año pasado la posición fue la 55 (avanzamos dos lugares, bien) y la calificación 73.1 (subimos 1.6 puntos, bien).

El grupo de las O está integrado por las siguientes variables: derechos personales; libertad personal y libertad de elección; inclusión y acceso a la educación superior. En este grupo la posición de México es la 56 y la calificación 57.5. El año pasado la posición fue la 59 (avanzamos tres lugares, bien) y la calificación 55.2 (subimos 2.3 puntos, bien).

De las 51 variables, las cinco con mejores calificaciones son: agua y sanidad, 95.7; nutrición y atención médica básica, 92.5; vivienda, 87.3; acceso a conocimientos básicos, 81.9; acceso a información y comunicaciones, 81.4.

De esas mismas 51 variables, las cinco con peores calificaciones son: acceso a educación superior, 43.3; inclusión, 48.6; seguridad personal, 53.7; libertad personal y libertad de elección, 60.6; salud y bienestar, 65.3.

Mucho más de lo aquí presentado es lo que debe analizarse del IPS, según el cual somos un país de progreso social medio alto, debiéndonos preguntar si, con la 4T, nos convertiremos en un país de progreso social alto, si nos quedaremos como uno de progreso social medio alto, o si nos convertiremos en uno de progreso social medio bajo. ¿Qué será?