He dedicado un par de Pesos y Contrapesos a analizar el Índice de Confianza del Consumidor, ICC, que el INEGI elabora a partir de las repuestas que los consumidores encuestados dan a estas cinco preguntas: cómo se percibe la situación actual de los miembros del hogar comparada con la de hace un año; cómo se espera la situación de los miembros del hogar, dentro de un año, comparada con la actual; cómo se percibe la situación actual de la economía en comparación con la de hace un año; cómo se espera la situación de la economía, dentro de un año, en comparación con la actual; cuáles son las posibilidades de los integrantes del hogar, hoy, para comprar enseres domésticos.

El ICC va de 0 a 100. Entre 0 y 50 unidades hay desconfianza (0 es desconfianza total) y entre 50 y 100 hay confianza (100 es total confianza).

En enero de 2017, hace poco menos de tres años, el ICC se ubicó en su mayor desconfianza, 28.8 puntos. Nunca antes, ni nunca después, la desconfianza de los consumidores había sido tanta. A partir de entonces, con algunos altibajos en el camino (de septiembre de 2017 a marzo de 2018 y de julio de 2018 a noviembre de 2018), el ICC comenzó a aumentar, por lo que la desconfianza empezó a bajar, y en febrero se colocó en su menor desconfianza, 48.5 unidades.

Entre noviembre de 2018 y febrero de 2019 el ICC pasó de las 41.1 unidades a los 48.5 puntos, lo cual dio como resultado una disminución de la desconfianza de los consumidores de 7.4 puntos porcentuales, equivalentes al 18.00 por ciento. Entre febrero y octubre pasados el ICC, con altibajos en el camino (de julio a septiembre), pasó de las 48.5 unidades a los 43.9 puntos, lo cual dio como resultado un aumento en la desconfianza de los consumidores de 4.6 puntos porcentuales, equivalentes al 9.5 por ciento.

En su momento llamó la atención el repunte que tuvo el ICC entre noviembre de 2018, un mes antes de la toma de posesión de AMLO, y febrero de 2019, a tres meses del inicio del nuevo gobierno, y se le atribuyó al “efecto AMLO” y a las esperanzas de regeneración nacional que el mismo ocasionó, la mayoría de las cuales han resultado infundadas. Ese 9.5 por ciento de menor desconfianza que se generó entre noviembre y febrero pasados ya se compensó con el aumento en la desconfianza, también del 9.5 por ciento, entre febrero y octubre, lo cual es prueba de la desilusión que la 4T ha generado.

Con relación a la quinta pregunta, cuáles son las posibilidades de los integrantes del hogar, hoy, para comprar enseres domésticos, el ICC, que en febrero estaba en 29.4 unidades, en octubre alcanzó los 24.4 puntos, en una materia, como lo es la comprar de enseres domésticos, directamente ligada con el bienestar de las familias, en la cual la desconfianza es considerable.