Otra decisión de AMLO propia, no del Estado de Derecho, sino del Estado de Chueco, y de alguien que no entiende de economía.
No es tan difícil de entender.
El problema económico de fondo es la escasez: no todo alcanza para todos, menos en las cantidades que cada uno quisiera, y mucho menos gratis.
Una de las condiciones que se tiene que cumplir para minimizar la escasez es que se produzca la mayor cantidad posible de bienes y servicios, variable con la que se mide el crecimiento de la economía, por lo que, una de las condiciones que se tiene que cumplir, para minimizar la escasez, es que la economía crezca lo más posible.
La producción de bienes y servicios, y por lo tanto el crecimiento de la economía, dependen de las inversiones directas, que conviene que sean privadas y no gubernamentales (no son tareas propias del gobierno la producción, oferta y venta de satisfactores), para lo cual se necesita de la participación del sector privado.
Las inversiones directas dependen de la confianza de los empresarios, que depende, entre otras cosas, pero de manera importante, de que el gobierno haga valer, en el ámbito de la economía, el Estado de Derecho, que implica reconocer plenamente, definir puntualmente y garantizar jurídicamente los derechos de los empresarios a la libertad individual para producir, ofrecer y vender, y a la propiedad privada sobre los medios de producción necesarios para poder producir, ofrecer y vender, algo que AMLO no entiende, lo cual mantendrá estancada a la economía.
El pasado lunes, ante las turbulencias en los mercados bursátiles y cambiarios, incluidos los mexicanos, y ante las presiones recesivas que ya está generando el coronavirus, mismas que se sumarán a las presiones recesivas que por su cuenta ha ocasionado la 4T, por lo que nos diluviará sobre inundado, AMLO anunció que el 21 y 22 de marzo se llevará a cabo una consulta popular para decidir si se cancela o no la construcción, en Mexicali, de la planta de la empresa cervecera Constellation Brands, construcción que lleva un avance del 70 por ciento y que involucra una inversión directa de 1,400 millones de dólares, precisamente el tipo de inversiones que necesitamos para combatir las presiones recesivas.
La decisión de AMLO de realizar la mentada consulta para decidir el futuro de una inversión directa, que ha cumplido con todas las de la ley, es, precisamente, lo que NO se debe hacer si lo que se necesita, ¡y lo necesitamos!, es reactivar el crecimiento de la economía, la creación de empleos y la generación de ingresos.
La decisión de AMLO es propia, no del Estado de Derecho, sino del Estado de Chueco, y de alguien que no entiende de economía. Tratándose del presidente es muy grave.
La ventaja es que, como lo escribí el principio, el asunto no es tan difícil de entender. El problema es que, pese a ello, AMLO no lo entiende.
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.