Si, como apunta Opitz, gobierno grande, y más que grande grandote, significa gente pequeña, y más que pequeña mediocre, entonces la mayoría de la gente que habita hoy este planeta es eso, gente mediocre.

¿Qué debemos entender por gobierno grandote? Uno que, además de garantizar la seguridad contra la delincuencia e impartir justicia, pretende ser, desde ángel de la guarda, y preservar a los gobernados de todos los males, hasta hada madrina, y concederle a los gobernados todos los bienes, lo cual da lugar a gobernados dependientes de lo que el gobierno haga o deje de hacer por ellos, en áreas que van desde la alimentación hasta la salud, pasando por la educación, por citar los tres campos en los cuales los gobernantes han pretendido, de manera más insistente, actuar como ángeles de la guarda y hadas madrinas, ángeles que suponen personas incapaces de defenderse de los males, hadas que suponen seres humanos incapaces de luchar por los bienes, motivo por los cuales son eternos menores de edad, dependientes de alguien más.

¿Qué debemos entender por gobierno grandote? Uno que hace más de lo que cualquier gobierno debe hacer. ¿Y qué es lo que cualquier gobierno debe hacer? Garantizar la seguridad contra la delincuencia y, de fallar, impartir justicia. El mal del que el gobierno debe preservarnos es la delincuencia y el bien que debe otorgarnos es la justicia. El gobierno debe ser ángel de la guarda únicamente con relación a la delincuencia, y hada madrina solamente respecto de la justicia, siendo responsabilidad de los gobernados la lucha en contra de todos los otros males (por ejemplo: el hambre, la enfermedad y la ignorancia) y a favor de todos los otros bienes (por ejemplo: alimento, medicina y educación)

El gobierno grandote es gobierno ángel de la guarda, con la pretensión de preservarnos de todos los males, ¡llegando al absurdo de pretender preservarnos, inclusive, de los males que podamos hacernos a nosotros mismos! (por ejemplo: prohibiendo la automedicación), y también es hada madrina, con la intención de otorgarnos todos los bienes, ¡llegando al extremo de otorgarnos, incluso, bienes superfluos! (por ejemplo: ofreciendo diversión y esparcimiento “gratis”, desde albercas en verano hasta pistas de hielo en invierno), gobierno grandote que tiene como contrapartida gobernados pequeños, mediocres, irresponsables, y todo ello por depender del gobierno para algo más, que en muchos casos es mucho más, que la seguridad contra la delincuencia y la impartición de justicia, sin olvidar que el gobierno grandote, por su propia naturaleza, comete injusticias, y ello por la siguiente razón: el gobierno no puede darle todo a todos, motivo por el cual solamente le da algo a algunos, siendo que ese algo que le da algunos previamente se lo tuvo que quitar, por la vía del cobro de impuestos, a los otros.

El gobierno grandote, que lo es por actuar como ángel de la guarda y hada madrina, lo que hace es redistribuir, quitándole a unos para darle a otros, con el fin de preservarlos de ciertos males (por ejemplo: hambre, enfermedad, ignorancia), para lo cual debe proveerlos de ciertos bienes (por ejemplo: alimentos, medicinas, educación), lo cual hace, de aquellos a quienes les quita, víctimas del robo legalizado (y eso, robo legalizado, es el cobro de impuestos), y, de aquellos a quienes les da, personas dependientes de la caridad gubernamental, considerados incapaces de defenderse de los males y de luchar por los bienes. Y ese, el gobierno grandote, es hoy la regla.

Por ello, pongamos el punto sobre la i.