¿Qué es el dinero? Según el Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia de la Lengua: 1) moneda corriente; 2) hacienda, fortuna; 3) medio de cambio de curso legal, definiciones deficientes, porque el dinero no necesariamente es moneda corriente, tampoco hacienda o fortuna, ni mucho menos medio de cambio de curso legal. Entonces, ¿qué es el dinero? El medio de intercambio de la riqueza, mismo que no hay que confundir con la riqueza, y mismo que no tiene que ser de curso legal, es decir, impuesto por ley por alguna autoridad.

Primer punto. El dinero no es riqueza, sino medio de intercambio de la riqueza, misma que consiste en los bienes y servicios con los que satisfacemos nuestras necesidades, y al siguiente ejemplo me remito. Imaginemos a Robinson Crusoe, perdido en su isla, con 152 mil millones de dólares. ¡Se muere de hambre! ¿Pero cómo, si tiene a su disposición 152 mil millones de dólares? Sí, pero lo que no tiene a su disposición es comida que comprar, y la riqueza consiste en los bienes y servicios, no en el medio de intercambio de bienes y servicios. Traslademos al náufrago, ¡con todo y sus 152 mil millones de dólares!, a Manhattan y se convierte en Bill Gates multiplicado por dos[1], ostentando el título de Hombre Más Rico del Mundo, ¡pero no por los 152 mil millones de dólares, sino por los bienes y servicios que, con ese dinero, puede comprar en Manhattan! El dinero no es riqueza, sino medio de intercambio de riqueza.

Segundo punto. Indirectamente, precisamente por ser medio de intercambio de bienes y servicios, el dinero satisface cualquier necesidad que pueda satisfacerse con un satisfactor que pueda comprarse. Tengo sed, compro agua. Tengo hambre, compro comida. Estoy enfermo, compro medicinas. Lo anterior es posible porque el dinero puede convertirse en todo aquello susceptible de compra – venta, lo cual quiere decir que el dinero lo es casi todo (todo aquello que puede comprarse), porque es casi nada (sólo medio de intercambio). La única necesidad que el dinero satisface directamente es la necesidad que tenemos los seres humanos de facilitar el intercambio, facilidad de la cual depende nuestro nivel de bienestar. Lo explico: 1) nuestro bienestar depende de la cantidad de bienes y servicios de los que podamos disponer; 2) la cantidad de bienes y servicios de la que podamos disponer depende de la cantidad de intercambios que podamos realizar; 3) la cantidad de intercambios que podamos realizar depende de que contemos con un medio de intercambio, que nos permita superar las limitaciones propias del trueque, y a ese medio de intercambio le hemos dado el nombre de dinero. La única necesidad que el dinero satisface de manera directa es la necesidad de facilitar los intercambios, pero la correcta satisfacción de esa necesidad es crucial en términos del bienestar de las personas.

Tercer punto. El dinero es cualquier cosa que los agentes económicos acepten como medio de intercambio, y no sólo aquello que la autoridad, de manera por demás abusiva, impone como dinero de curso legal, lo cual, por lo general, va acompañado de la producción monopólica de dinero de parte de una entidad estatal (el banco central), dinero que, además, es fiduciario, sin valor intrínseco, sin respaldo de ningún tipo, mismo que, de perder poder adquisitivo, puede ser rechazados por los agentes económicos, por más que la autoridad se esfuerce por imponerlo como único de dinero de curso legal.

El dinero, medio de intercambio, ¡y precisamente por serlo!, nos permite a los agentes económicos ahorrar trabajo (todo el que el trueque supondría comparado con el intercambio usando dinero) y tiempo (todo el que el trueque requería comparado con el intercambio usando dinero), y cualquier herramienta que nos ahorre tiempo y trabajo debe ser considerada una maravilla. ¿Exagero?

Por ello, pongamos el punto sobre la i.

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