¿Tenemos los seres humanos derecho al producto íntegro (y subrayo: íntegro) de nuestro trabajo? Sí.

¿Cobrar impuestos implica que el gobierno obliga al contribuyente a entregarle parte del producto de su trabajo? Sí.

Si el ser humano tiene derecho al producto íntegro de su trabajo, y si cobrar impuestos implica obligarlo a entregarle al gobierno parte de ese producto, una de dos: o desaparecemos al gobierno para que desaparezca el cobro de impuestos, o encontramos la justificación correcta para dicho cobro.

La primera opción es la de los anarcocapitalistas, quienes consideran que todas las tareas que realizan los gobiernos las puede y debe realizar la sociedad civil, en general, y el mercado, en particular, comenzando por todo lo relacionado con la seguridad y la justicia, es decir, con el Estado de Derecho, que para los anarcocapitalistas no necesita del gobierno.

La segunda opción es la de los liberales, quienes consideran que hay una tarea que  sí debe realizar el gobierno: garantizar la seguridad y, de fallar, impartir justicia en sus dos vertientes: obligar al delincuente a resarcir a la víctima y castigarlo. Para los liberales el Estado de Derecho sí requiere del gobierno.

Para que el gobierno realice esa tarea debe contar con recursos que, voluntaria u obligatoriamente, tendrán que salir de los bolsillos de los ciudadanos.

¿Por qué, si el gobierno provee seguridad y justicia, y todos quieren seguridad y justicia, no dejar que los ciudadanos aporten voluntariamente para que el gobierno tenga recursos para proveerlas? Porque una cosa es que todos quieran seguridad y justicia y otra que todos estén dispuestos a pagar por ellas. Nunca faltarán los gorrones, que esperan recibir sin pagar. ¿Cómo evitarlos? Cobrándoles a todos para darles, a todos, seguridad y justicia.

Si el gobierno le cobra el mismo impuesto a todos, para darle lo mismo a todos, no hay, ni por el lado del cobro, ni por el del gasto, redistribución del ingreso, que es la primera condición que debe cumplirse para justificar los impuestos: a todos se les quita lo mismo para darles lo mismo a todos.

Si el gobierno le cobra el mismo impuesto a todos, para darles seguridad y justicia a todos, se cumple la segunda condición que justifica el cobro de impuestos: que para que nadie tenga que hacer justicia por propia mano el gobierno provea seguridad y justicia.

Si el cobro de impuestos cumple estas dos condiciones existe la obligación moral y legal de pagarlos, y la evasión fiscal no es un derecho humano. Pero si no las cumple, existiendo solamente la obligación legal, pero no la moral, de pagarlos, entonces la evasión fiscal sí es un derecho humano, derivado del derecho a la propiedad privada sobre los ingresos, con los cuales se paga cualquier impuesto.

El cobro de impuestos se justifica si, y solo si, se cobra el mismo impuesto a todos, para darle a todos seguridad y justicia, algo que no sucede, por lo que, en tales casos, que son prácticamente todos, la evasión de impuestos sí es un derecho humano, derivado del derecho natural a la propiedad privada. En tales casos existe la obligación legal para pagar impuestos, pero no la moral, y si hay que elegir entre lo legal y lo moral, suponiendo que lo legal sea contrario a lo moral, hay que elegir lo moral.

Por ello, pongamos el punto sobre la i.