López se vio a sí mismo como el mesías, el superhéroe, el indestructible, alguien a quien nadie era capaz siquiera de quitarle una pluma y cuando se enfrentó a que efectivamente no había ganado las elecciones, simplemente perdió la razón.
López no solo perdió la elección, al parecer
ya perdió la razón. Diferentes perfiles sicológicos de él apuntaban a que
mostraba ciertos rasgos de paranoia y esquizofrenia. Su incapacidad para
reconocer errores y menos aun fracasos y derrotas, su delirio de persecución,
siempre acosado por las “fuerzas del mal” y víctima de conspiraciones y de
complots, son características de alguien aquejado por la paranoia. Por otra
parte, creerse el redentor, el Mesías, comparándose incluso con Jesucristo marcan
en él características esquizofrénicas. López se vio a sí mismo como el
superhombre, el superhéroe, el indestructible, alguien a quien nadie era capaz
siquiera de quitarle una pluma y cuando se enfrentó a que efectivamente no había
ganado las elecciones, simplemente perdió la razón.
Su actitud en estos días posteriores a la elección y
al conteo de voto por voto, vuelven a poner en primer plano su paranoia. En su
estrecha y enfermiza visión de la realidad está seguro que no solamente no
perdió, sino que existe una enorme conspiración encaminada a robarle su
victoria. Son parte del complot Salinas, Fox, el IFE, Bush,
Zapatero, Blair y todos los jefes de Estado que han
reconocido la victoria de Calderón, los observadores nacionales y extranjeros, los
empresarios acusados de ser fascistas, los medios de comunicación, Lázaro
Cárdenas y Amalia García, los casi un millón de ciudadanos que voluntariamente
fungieron como funcionarios de casilla, los representantes del PRD en cada una
de las casillas que se “vendieron” a la derecha, los 27 millones de ciudadanos
que no votaron por él, algunos que sí le dieron su voto pero que ahora se
arrepienten, todos juntos conspirando en su contra. Parece que López perdió la
razón.
López ha mentido una y otra vez. Afirmó que reconocía
al IFE como árbitro imparcial, pero ya no; afirmó que reconocería su derrota
aunque fuese por un solo voto, pero ya no; afirmó que reconocería la decisión
del TRIFE pero ahora dice que “ya veremos”; afirmó que no convocaría a marchas
y mítines y es lo que ha estado haciendo; afirmó que actuaría dentro de la
legalidad pero está azuzando a la gente a que se apodere de las calles;
presenta evidencias de un supuesto fraude electoral sabiendo que le está
mintiendo a quienes lo escuchan. Parece que López perdió la razón y en
consecuencia, cual animal acorralado, se ha vuelto peligroso. En su enfermiza
búsqueda por el poder, está atacando y socavando a las instituciones del país,
está poniendo en riesgo las enormes ganancias logradas por el PRD en las
elecciones, está alejando a muchos de los que votaron por él y está dispuesto a
deshacer el ya de por sí endeble tejido social.
Ya es tiempo de que gente racional que pudiese estar
cercana a él le haga notar el riesgo que representa para el país si persiste en
esa actitud de no reconocer que perdió las elecciones. Acusar de que hubo una
conspiración para fraguar un fraude generalizado en las elecciones
presidenciales, implícitamente extiende el argumento de fraude a las elecciones
legislativas. Si hubo, como acusa, una “elección de estado” para robarle lo que
él creía era una victoria segura, ¿no sería de esperarse que esa misma
“elección de estado” se hubiese manifestado también en una derrota del PRD en
las elecciones para diputados y senadores? Si López y la gente cercana a él, como
Sheinbaum, Monreal, Camacho, Cota y Batres, siguen argumentando el fraude en las elecciones
federales, parecería natural que los senadores y diputados del PRD electos para
la próxima legislatura se negaran a asumir su escaño o curul ya que su victoria
no sería legalmente válida. ¿Realmente lo harían? ¿Estaría dispuesto Ebrard a no asumir
Parece que López ya perdió la razón; está como enloquecido
tratando de forzar al TRIFE a que le reconozca una victoria que no obtuvo. Está
tan obsesionado por hacerse del poder, que uno puede imaginar lo que hará
cuando el TRIFE valide la victoria de Calderón: acusará al Tribunal de ser parte
del complot, incluirá a los ministros de
López ya la perdió y el país está en peligro. Alguien
así simplemente no puede ser presidente.
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.