La cuestión es de principios, por lo que no puedo dejar de preguntarme: ¿Se puede confiar en una persona que, por el bien de los demás, traiciona sus principios?
De vez en cuando, sobre
todo alumnos, me hacen la siguiente pregunta: “Profe,
¿cuándo se va a meter a la política?” Mi respuesta ha sido, y seguirá siendo,
ésta: “¡Nunca!”, mucho menos si por meterse a la política entendemos
afiliarse a algún partido político, hacer proselitismo a su favor, buscar algún
puesto de elección popular, pretender algún puesto burocrático, o cualquier
otra acción o aspiración propia de quienes están metidos en política.
Por lo general a mi
respuesta le sigue otra pregunta: “¿Por qué?” Contestación: “De entrada, porque
mi labor como periodista exige de autonomía respecto a cualquier poder,
comenzando por el político. El periodista debe estar a favor de la verdad y de
sus principios, no de un partido, una causa política, un candidato o un
gobernante. No es lo mismo estar a favor de la inversión que crea empleos,
cuestión de principio, que estar a favor del PAN y de Calderón. No es lo mismo
estar a favor del IFE y del millón de personas que participaron en una elección
limpia, o a favor de la legalidad y la institucionalidad electoral, cuestiones
que tienen que ver con la verdad, que estar a favor del PAN y de su candidato a
¿Por qué no le entro a la
política? Porque valoro más, mucho más, mi libertad para escribir, analizar y
opinar, que cualquier compromiso contraído con un partido, un programa político
o un gobierno. Pero ésta, mi libertad (mi autonomía, mi independencia, que es
la causa de mi credibilidad como periodista), no es la única razón por la cual
no le entro a la política. Existe otra, no de menor peso. Me explico.
Hace un par de días
apareció en varios diarios la foto de Felipe Calderón, sonrisa de por medio
(¿qué tan espontánea, qué tan forzada?), dándole la mano a Elba
Esther Gordillo, que encarna, si no totalmente, sí en buena medida, todo lo que
degenera a la política en el mal uso del poder. ¿Qué supone tener como aliada a
Gordillo? ¿Qué supone deberle lo que se le debe? ¿Quién es Gordillo? ¿Cómo
llegó a donde ha llegado? ¿Qué intereses representa? Y la pregunta más
importante: ¿qué ha hecho, de bueno, por la educación, que es el talón de
Aquiles de los mexicanos?
Cualquier político, comenzando
por Calderón, responderá que, ¡¡¡POR EL BIEN DE MÉXICO!!! bien vale la pena
aliarse con quien sea, aunque ello suponga algo así como venderle el alma al
diablo, respuesta que muestra la aspiración mesiánica y redentora de todo aquel
que aspira, de entrada, a
La cuestión es de
principios, por lo que no puedo dejar de preguntarme: ¿Se puede confiar en una
persona que, por el bien de los demás, traiciona sus principios? ¿Es el caso de
Calderón y su relación con Gordillo? ¿El fin justifica los medios? Maquiavelo (quien en El
príncipe no escribió que los fines justifican los medios), ¿llegó para
quedarse?
¿Quieren saber por qué no le entro a la política? Entre otras muchas razones, para no tener que verme, como Calderón, aliado de Gordillo, debiéndole favores a “la maestra”, con ella llamándome “mi amigo”. Dime con quién andas...
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.