En medio de una lluvia de declaraciones, artículos y opiniones sobre cómo debe conducirse en materia de política económica el Presidente Electo Felipe Calderón, corremos el riesgo amigo lector (me incluyo) de desinformarnos acerca del camino correcto que deberá seguir la siguiente administración para, además de continuar con la estabilidad económica, detonar de una vez por todas el crecimiento económico que es el único que reduce la pobreza y crea bienestar para la población.

A continuación presentaremos la opinión de algunos sabios de la economía (varios de ellos galardonados con el premio Nobel de Economía). Estas opiniones fueron vertidas a los medios recientemente. Pondremos entre comillas las ideas de estos economistas por tratarse de una opinión personal. La opinión de estos sabios no se circunscribe sólo al ámbito mexicano, sus ideas se pueden aplicar a cualquier sociedad.

Gary Becker: ""México, después de los últimos ajustes, también avanzó bastante"", aunque aún existe lo que yo llamaría "capitalismo de compadres", donde algunas familias o sectores privilegiados consiguen favores o préstamos del gobierno"". ""En el caso mexicano lo vemos en el sector televisivo y de telecomunicaciones. Pero eso también es así en otros países de América Latina, como Brasil y Argentina"".

Douglas North: “En México y América Latina los grupos de interés económico han usado al Estado en su propio beneficio y se protegen de la competencia cerrando las economías"". “Las instituciones muchas veces funcionan a modo de los grupos de poder”.

James Heckman: “Uno de los factores que ha impedido el despegue económico de América Latina y su inserción exitosa en la globalización es el peso de la burocracia y la deficiente educación que impera en la región.

Robert Solow: “La obsesión de algunos países latinoamericanos por imitar a China los puede llevar peligrosamente a perder la estabilidad monetaria”.

Robert Mundell: “En algunos países de la región latinoamericana como Brasil, el proteccionismo comercial es sofocante”. “Cualquier país que se aísla de la economía

mundial sólo provoca que los ingresos de sus habitantes se estanquen”. “No hay crecimiento económico sin empresarios que inicien nuevos negocios”.

Edward Prescott: “América Latina debe crear ahorro, que es una de las llaves del crecimiento económico”. “Descentralizar, reducir impuestos y circunscribir la intervención gubernamental a sólo lo necesario también ayudaría”.

Robert J. Aumann: “Los conflictos en las relaciones políticas y económicas se dan siempre en un contexto en que los individuos no tienen los incentivos correctos para no pelear”. “La guerra se puede volver un acto racional si la población de un país ó los consumidores de un mercado no están conscientes de la necesidad de que la paz se mantenga”.

Harvey S. Rosen: “La provisión óptima de un bien público se logra cuando el Estado se limita a producir bienes cuyas preferencias de la gente son iguales (ó casi iguales). “Cuando las preferencias de la gente por un bien público sean muy distintas (los valoran de distinta manera) es mejor que los provea el sector privado”. “Un burócrata sabe menos de las preferencias de la gente que un empresario que se interesa por sus clientes”. “En América Latina el gobierno es un deficiente proveedor de bienes públicos”.

Hernando de Soto: “La ausencia de claros derechos de propiedad de la gente en América Latina los ha excluido de los mercados formales de financiamiento y los ha excluido del desarrollo en general”.

 Las opiniones de los expertos arriba señaladas son contundentes amigo lector, ¿no cree? A continuación haremos una especie de decálogo sobre lo que debe hacer Calderón -inspirado en los consejos de los expertos- si quiere que su administración sea exitosa en materia económica:

1) Consolidar a la Ley Federal de Competencia para evitar que siga avanzando el capitalismo de los compadres.

2) Fortalecer y en su caso cambiar aquellas instituciones que funcionan a modo para los grupos de poder. Un buen comienzo sería comenzar por el poder judicial.

3) Consolidar la estabilidad monetaria, pues es condición indispensable para detonar el crecimiento económico.

4) Reducir la dependencia fiscal de los estados a la Federación, asegurándose de crear los incentivos correctos para que, a la vez de que tengan mayores facultades fiscales de gasto, también enfrenten mayores responsabilidades de recaudación, de tal modo que si se comportan irresponsablemente en materia de sus finanzas públicas paguen el costo económico y político (cero rescate fiscal de la Federación a cualquier estado de la república).

5) Consolidar a la Ley Hacendaria de Responsabilidad Fiscal. Es necesario obligar a los gobiernos de todos los niveles a que manejen su presupuesto con equilibrio. Sería adecuado crear incentivos y premios para los estados que gasten menos de lo recaudado, o sea, estimular a los gobiernos que son ahorrativos y castigar a los gastalones.

6) Reducir la complejidad fiscal que hoy enfrentan los agentes económicos. Es necesario reducir privilegios fiscales que son alentados por toda la gama de tasas impositivas diferenciadas. Avanzar hacia la proporcionalidad y reducir la progresividad impositiva sería deseable. Esto se deberá traducir en impuestos bajos y parejos para todos sin excepción. Sería deseable también que el Erario se cargará más hacia impuestos al consumo que a los impuestos sobre los ingresos de las personas. Estas medidas, está probado, incrementan el ahorro interno de un país, lo que coadyuva a detonar la inversión.

7) Reducir aún más el tamaño de las burocracias de todos los niveles de gobierno. Una burocracia grande, además de ser ineficiente, genera costos para la sociedad, lo que manifiesta en transferir montos crecientes del dinero de los contribuyentes para mantener a sectores parasitarios incrustados en dichas burocracias.

8) Apoyar más a la educación básica y en general a los bienes públicos en los que el sector privado no tiene incentivos para proveer. La ayuda fiscal que más beneficia a los pobres y que ayuda romper el círculo vicioso de la pobreza es el dinero destinado a la educación básica (primaria y secundaria). Proseguir subsidiando a la educación superior (los usuarios de ésta son los más privilegiados de las sociedad) sólo generara que se amplíe la desigualdad entre los mexicanos. Sería bueno también que el gobierno interviniera más en la provisión de bienes cuyas preferencias de la gente sea homogénea (casi siempre los bienes públicos como la impartición de justicia, el ejército ó los bomberos) como la educación básica (en las zonas de la sierra se da más esto). También sería deseable que el gobierno abandone la producción de bienes que mejor produce el sector privado como petróleo, electricidad y agua.

9) Consolidar la apertura comercial. Hoy México tiene 12 tratados comerciales con 43 países del mundo; los aranceles promedio que mantiene con sus socios comerciales son de alrededor del 2%; sin embargo, los aranceles promedio que se cobran a las naciones con las que no se tienen tratados comerciales son de alrededor del 16%, una tasa muy alta y que sólo genera desviación de comercio. Hay que profundizar la apertura comercial con todos los países del mundo sean ó no socios en un tratado comercial. Esta medida beneficia a los más pobres. Jamás se debe regresar al proteccionismo comercial que sólo inhibe la competencia y beneficia a grupos de interés.

10) Consolidar la protección de los derechos de propiedad y el cumplimiento de los contratos. Es necesario aún más trabajar en proteger la propiedad privada de inversionistas y de la gente en general, pues ello redunda en mayores tasas de inversión y en mayor crecimiento económico. La ausencia de adecuados derechos de propiedad ha empobrecido a todos los latinoamericanos, así que hay que trabajar en garantizar su existencia y la coerción para protegerlos.

El decálogo anterior está basado en los consejos de los sabios de la economía que aparecen en la primera parte de este artículo. Por supuesto, hay más elementos en los que debe trabajar Calderón como es el cumplimiento de la ley (que la gente entienda que no cumplirla rompe la paz y la armonía), el combate al crimen organizado, la reducción de trámites para hacer negocios y avanzar más en general en la libertad económica, pero creemos que, sin rollos fumados (como los que pulularon en la cumbre de los llamados países no alineados), estas son las medidas que detonarán el crecimiento económico de México. Los buenos consejos ahí están. Ya veremos si Calderón y los políticos mexicanos en general los toman.