Nadie recuerda en México una elección tan cerrada como la pasada, incluso en la que ganó Vicente Fox los resultados desde un principio le favorecieron y no había posibilidad de revertirlos, si bien las encuestas previas a la elección preveían un margen muy cerrado e incluso una victoria de Labastida.

En las elecciones pasadas,  la mayoría de las encuestas preveían el resultado obtenido, así como una mayor margen de votos a favor de Calderón. Sin embargo, nuestras elecciones presidenciales son de todo o nada, no de representación proporcional,  es decir, se puede ganar por un solo voto. Que no es lo ideal, no lo es, pero es lo legal.

Se dice que en el sistema político mexicano el mayor reto de un presidente no es señalar a su sucesor, sino “entregar la casa en orden”. En ese sentido, si bien ha existido, y continúa existiendo en menor medida, inestabilidad post electoral, la labor de las instituciones electorales, junto con la responsabilidad de los tres poderes de la unión, han evitado una crisis económica y política de mayores alcances a la habida.

Que Vicente Fox apoyó al candidato de su partido, sí si lo hizo, pero a su vez el IFE le reconvino por ello. Por lo tanto, reafirmó su independencia al llamarle la atención al titular del Ejecutivo, un hecho inédito en nuestra democracia. Por otra parte, el GDF también apoyó a AMLO, mas no obtuvo ninguna sanción por ello.

Desde mi punto de vista el IFE aprueba por la mínima, aun cuando no se cayó el sistema ni se comprobó que hubiera habido fraude informático, las constantes filtraciones de su base de datos, sus vaivenes en los días posteriores a las elecciones y la constante sospecha del favoritismo de su titular, le restaron puntos de credibilidad a una institución que debe ser garante de imparcialidad, transparencia y legalidad.

En contraste a una actuación bastante cruda del IFE, el TRIFE actuó de manera ejemplar, toda vez que se le requirió siguió los procedimientos institucionales sin dar visos de influencias políticas (aunque las había y de sobra), y reafirmó su independencia y ecuanimidad en cada veredicto. Por lo tanto, sirvió como contrapeso y veto player final a las decisiones del IFE y lo hizo bien, lo que indica que nuestro sistema electoral por más fallas que tenga en la operatividad está bien diseñado.

Ahora, tras las elecciones la estrategia de AMLO fue radicalizar su propuesta, y ahí perdió toda posibilidad de ser presidente. George Tsebelis explica muy bien en Veto Players, que para alcanzar el status quo, los diferentes actores deben estar cerca del centro, porque una vez que se radicalizan -que se van hacia los extremos- se alejan del status quo. AMLO se radicalizó en la campaña, y perdió muchos votos, más tarde lo volvió a hacer tras las elecciones y ahí acabó su carrera por la presidencia.

La estabilidad se construye poco a poco y sienta las condiciones para el desarrollo institucional y democrático. En contraste, la inestabilidad es muy fácil de crear y tiene el potencial de destruir todo aquello que las instituciones han creado previamente.

 La estrategia post electoral de AMLO fue crear inestabilidad a través de concentraciones y bloqueos, lo cual si bien es totalmente reprobable y atenta contra el derecho constitucional que garantiza el libre tránsito en territorio nacional, tiene su base en el aprendizaje.

 Sí, AMLO aprendió en el proceso del desafuero que con movilizaciones podía obtener concesiones por parte de las instituciones, y por ende las autoridades que gestaron el desafuero, y más tarde se echaron para atrás, son en parte responsables de los movimientos sociales post electorales.

Pero es importante señalar que el gobierno federal se abstuvo de levantar esos bloqueos con la fuerza pública, y optó por la prudencia al dar su confianza a las autoridades electorales. Con la ley en la mano el gobierno pudo haber actuado, pero con la prudencia y la razón simplemente le dio toda su confianza a las instituciones, y éstas respondieron, por lo tanto creo que podemos decir que funcionan, así como que deben de aprender de esta última experiencia para mejorar en un futuro inmediato.