Se ha cumplido ya más de una semana de una expropiación injusta, y los ciudadanos hemos guardado silencio, que nos convierte, por omisión, en cómplices de la misma. Tal vez sea cierto que tenemos el gobierno que nos merecemos, un gobierno ladrón, un gobierno de izquierda.
Mucha gente opina que en México
necesitamos una izquierda moderna e inteligente, reformista y democrática, como
si los adjetivos fueran más importantes que el sustantivo. En este caso no lo
son, y no por moderna e inteligente, reformista y democrática, la izquierda
deja de ser lo que siempre ha sido, ladrona, enemiga de la propiedad privada,
tal y como lo es la que está hoy en el gobierno de
El 14 de febrero el gobierno del
Distrito Federal expropió dos inmuebles de la colonia Morelos, con el pretexto
de que “la mayoría de los departamentos se convirtieron en bodegas, donde se
(realizaban) actividades ilícitas: venta de drogas al menudeo y (de) artículos
robados”, así como “reproducción y comercio ilegal de productos videograbados y de audio”, y con el fin de destinar esos
inmuebles “a la prestación de servicios de educación, salud y guarderías en
beneficio de la comunidad de la zona (...) así como favorecer el desarrollo de
la calidad de vida y humana (sic) de los habitantes de esta colonia”.
¿Es correcta, desde el punto de
vista de la justicia, la expropiación de propiedad privada, por el hecho de que
en ella se realicen actividades ilícitas? ¿No basta con aprehender y castigar a
quienes las realizan? Y la pretensión de destinar los inmuebles expropiados a
la prestación de servicios en beneficio de la comunidad de la zona, ¿cumple con
lo que establece el artículo 27 constitucional, que afirma que “las
expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad pública...”? ¿Qué es
la utilidad pública? ¿La utilidad de todos? ¿De la mayoría? ¿De alguna minoría
como lo es “la comunidad de la zona”? Porque entonces bastará que el gobierno
del Distrito Federal decida destinar algún predio o inmueble, que sea propiedad
privada, a la prestación de servicios en beneficio de la comunidad de la zona,
para que sean expropiados.
Así las cosas, ¿podemos afirmar
que el gobierno de
Nada más nos falta, a los
habitantes de
Se ha cumplido ya más de
una semana de una expropiación injusta, y los ciudadanos hemos guardado
silencio, que nos convierte, por omisión, en cómplices de la misma. Tal vez sea
cierto que tenemos el gobierno que nos merecemos, un gobierno ladrón, un
gobierno de izquierda. Al pan, pan y al vino, vino.
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.