Comenté ayer los 23 elementos de “riesgo global,” agrupados en cuatro categorías genéricas en las que el Foro Económico Mundial (FEM) de Davos clasifica lo que considera constituyen las principales amenazas que pudieran descarrilar el progreso del mundo.

En los pasados dos días el FEM realizó una reunión regional para discutir América Latina en Santiago de Chile, para lo que preparó predicciones centrales en caso que no se concretara ninguno de los peligros enumerados como de “riesgo global.” Las relativas a la economía fueron:

·         El crecimiento de la región disminuirá a 4.7% en términos reales, de 5% el año pasado. El ingreso por habitante ha crecido a un ritmo de 2.8% en promedio anual en los últimos cinco años. Como suele suceder, estos crecimientos promedio se integran de países cuyas economías mostraron un gran dinamismo –Venezuela y Argentina, rebotando de sus respectivas crisis- y otros que crecieron con moderación.

·         Las expectativas son favorables y el consenso de los “expertos” predice que este y el próximo años se mantendrán las condiciones favorables, lo que, como es común en las predicciones económicas, no pasa de ser una extrapolación lineal del pasado reciente. Los eventos catastróficos que discute el FEM no son modelables ni predecibles.

·         Las principales amenazas son una caída en el mercado de bienes raíces en EU y el inicio de un ciclo de escasez crediticia; la desaceleración de la economía china que representa un dinámico comprador para muchos países; o que se concrete alguno de los otros riesgos globales listados.

·         En este análisis, América Latina se encuentra en una circunstancia menos vulnerable que en el pasado para enfrentar con éxito disturbios externos. Entre las recetas que recomienda el FEM para enfrentar mejor la eventualidad de un choque externo, es actuar con prudencia en lo fiscal, seguir retirando duda externa, como algunos países lo han hecho, y utilizar tipos de cambio flexibles con mayor determinación.

Entre las amenazas a la estabilidad política destacan:

·         Las percepciones de creciente volatilidad y la ola emergente de líderes neopopulistas, representan fuentes de preocupación.

·         El FEM anota que, exceptuando Brasil, Chile y México, en dónde se han hecho avances, la falta de gobernanza (para mi sorpresa, término aceptado por la Real Academia) y transparencia resultan en regímenes políticos de cuestionable legitimidad.

·         La corrupción, el comercio ilegal, sobre todo de drogas, y el crimen organizado, presentan peligros más acusados en la región que en otras partes del mundo, mientras que la economía informal representa un 38% del PIB, muy superior a ese cociente en China (12%) e India (26%).

Se trata de un análisis bastante más amplio de lo aquí descrito, y muy sugestivo, aunque me da la impresión que el FEM enumeró todo lo que se le ocurrió a profesionales de disciplinas muy diversas, por lo que las ponderaciones de costos y probabilidades parecen completamente subjetivas.