“La jornada debe ser mejor que el destino”, escribió el gran Cervantes. Pero al arribar a esta época del año, pienso en ello y me pregunto ¿tuvo razón el autor de El Quijote? Llegamos al final de esta jornada 2005 y, como dicen en los ranchos, asoma ya la punta de la arriada en la que Fox, cabalgado como guía, ha buscado las veredas “menos complicadas” para alcanzar nuestro elusivo destino.

Uno de mis tíos solía llamarme el eterno optimista, sin embargo, ante el negro horizonte emergiendo para transitar el siguiente tramo de la arriada y, en especial, ante el cambio del jinete guía, no puedo serlo cuando miro el espinoso bosque que nos aguarda y, mas grave, un profundo barranco que se torna en un negro abismo sin fin.

En los primeros cinco años del nuevo siglo, el mundo ha definido el rumbo de la jornada en la cual, como siempre, habrá ganadores y perdedores. Hace 20 años, sólo una pequeña parte de la población mundial navegaba en ese océano de libertad. Pero al inicio del siglo, se ha sumado ya más de la mitad de esa población, sin embargo, América Latina se dirige, una vez mas, hacia la dirección contraria— pero con un destino mucho mas tétrico que antaño.

La histeria provocada por la construcción del muro fronterizo, es un buen ejemplo de la miopía en nuestras apreciaciones. El muro, “totonaca de los lamentos,” no es sólo para detener mexicanos cruzando ilegalmente. Es en preparación para la debacle apocalíptica que aguarda a la región, ante las guadañas de sus modernos caníbales; Chávez, Kirchner, Lula, y la novedad, Evo Morales. Pero si el batallón de PILS no luce lo suficientemente espantoso, esperan ya los refuerzos de Humala en Perú y, claro, nuestro mago del compló, AMLO.   

Ahora, si después de tales sumas, ante lo cual un batallón de Mao Mao lucirían como boy scouts, todavía no se ve suficientemente sanguinario, le agregamos la consumada sociedad con los países islámicos, cuyo objetivo supremo es la destrucción del mundo occidental. Hugo Chávez, ha iniciado algo novedoso y de graves proporciones, una intifada económica en contra de EU y así, el nacimiento de “La Nueva Republica Bolivariana e Islámica de América Latina.”

Las advertencias de Huntington de un colapso social como efecto de la incontrolable migración latina hacia los Estados Unidos, se anticipan en las calles de Paris con las hordas musulmanas. En América Latina, sin embargo, la amenaza es menos evidente pero mejor organizada. Surge como una silenciosa seducción de los países productores de petróleo, en un temerario intento para establecer un bélico frente ante su odiado comprador: los Estados Unidos.

Así como la Unión Soviética se apoyó en Fidel Castro para generar una amenaza permanente para los Estados Unidos, hoy, la totalidad del Medio Oriente emerge en busca de alianzas con sus pares productores de crudo, para encontrar en el radicalismo de Hugo Chávez esa nueva voz contra “el imperio”. Apuestan a que, aniquilando a los EU, la demanda y consumo de su sangre del diablo, la proporcionen China y la India.

La intifada exhibe sus poderes provocando el aborto del ALCA, que ya aísla América Latina del resto del mundo cuando, con todos los santos oleos, entierran los mercados libres. Desde la fortaleza que le da el petróleo a Chávez, el apoyo de Sudamérica contra el ALCA, la intención de crear un nuevo cártel petrolero, y en especial, con una democracia que, como lo advirtiera Madison, encarna como la tiranía de las masas, los musulmanes preparan lo que sería su jugada maestra.

Su objetivo es reclutar a México y su instrumento: AMLO. Con ello pretenden unir al vecino de los Estados Unidos con Venezuela, Argentina, Ecuador y Bolivia, para integrar un cártel que avance el propósito de los “amigos” del Medio Oriente; la debacle de los EU y ¿Por qué no? Su aniquilamiento y ello incluye la cancelación del TLC.

En 1999, Hugo Chávez asume el poder con el 35% del electorado. Pronto muestra la cara de su política al establecer sociedades con Fidel Castro, Moammar Kadhafi, Sadam Hussein y con Kim Yong II, de Corea del Norte. Impone tratados de cooperación tecnológica con Libya, Irán y Siria, e inicia la compra de armas las que ahora complementa en la España de Zapatero.

En  Octubre 2003, la periodista Linda Robinson, denuncia cómo el gobierno venezolano expide miles de pasaportes a extranjeros incluyendo sirios, pakistaníes, egipcios y libaneses. También advierte que la Isla Margarita, una zona libre en el norte de Venezuela, es manejada por mercaderes de Líbano e Irán, donde se apoyan y entrenan a células de Hamas, Hezbollah e Islamiyya al Gammat.

Chávez va a Trípoli donde recibe el Premio Moahamar Kadhafi de los Derechos Humanos. Ahí rinde homenaje a los revolucionarios del mundo y denuncia la política estadounidense. Afirma: “el momento es oportuno para unirnos y enfrentar el desafío imperialista. No me queda más que el fusil después caer el ramo de oliva, como dijo Yasser Arafat”. Después, Chávez llama a un “jihad” contra los Estados Unidos.

Viaja entonces a China donde firma acuerdos con el presidente Hu Jintao. En ellos se incluye el control a China de 15 campos petroleros. Días después, firma acuerdos similares con la India en donde, proclamándose marxista-leninista, expresa su intención de reducir las exportaciones de crudo a Estados Unidos para secar su economía y, usando sus palabras, “enterrar al pendejo de Bush.”

Chávez, luego anuncia la venta de las refinerías en EU que distribuyen combustibles a través de Citgo. Y es que en la deformada mente de PILS como Chávez y AMLO, haciendo uso de sus profundos conocimientos de economía adquiridos en los cuarteles y la UNAM, le apuestan, al igual que el JOLOPO en los años 70, a la magia del petróleo como el arma celestial para aniquilar a su odiado enemigo, los gringos.

¿Predicciones? Una debacle total en América Latina en los siguientes tres años, ante la cual, los EU se laven las manos y ampliando la muralla de los lamentos, se consume la Angloesfera dejándonos fuera de su impenetrable forteess. Luego, ya fuera de Irak, el ejército en la frontera para detener la avalancha de millones desposeídos por los PILS—la que en un momento dado se ha llegado a estimar en cerca de 10 millones—avanzando como una interminable marabunta.

¿Es esto producto de mi imaginación? No precisamente. Quien haya leído el libro de Caspar Weinberger, Secretario de la Defensa en la administración de Ronald Reagan; “La Siguiente Guerra,” quedará impresionado de la forma que se están cumpliendo sus advertencias las que, opacarían a Nostredamus. Entonces, feliz Navidad, porque quien sabe que suceda en el año nuevo.

(PILS: Perfectos idiotas latinoamericanos.)