¿Qué es liberalismo o libertarianismo? Es simplemente la filosofía de la libertad de los seres humanos. Es la filosofía que promueve la idea de que todos los seres humanos tienen el derecho de vivir su vida de la forma que ellos lo decidan, siempre y cuando al hacerlo, no hieran, lastimen, y respeten el mismo derecho de los demás.
Hace algunas semanas se cumplió el
aniversario número quince de mis colaboraciones en los diferentes medios que me
favorecen con sus publicaciones. En estos quince años debo de haber recibido
cientos de mensajes electrónicos de las personas que me favorecen con la
lectura de mis escritos. En una gran mayoría tales comunicaciones han sido muy
positivas, pero a mucha gente también le intriga conocer cuál es mi verdadera
filosofía de pensamiento puesto, como ellos mismos lo dicen, no me identifican
con ningún partido o corriente política de las existentes en México. Y
particularmente les llama la atención mi mensaje de libertad económica total y
brutal.
Mi filosofía de pensamiento es liberal
o libertaria, depende en dónde se me pregunte. No soy neoliberal, no soy
neonazi como algunos de mis amigos perredistas lo
aseguran, no soy conservador estilo EU, no soy capitalista de ultraderecha, no
soy anarquista, no, simplemente soy liberal o libertario, dependiendo de en qué
lugar se me pregunte. ¿Por qué depende en donde se me pregunte? Sencillo, la
palabra liberal por siglos se identificó a nivel mundial con las corrientes de
libertad, de emancipación de la gente principalmente de los opresivos
gobiernos, pero también de la opresión de las sociedades aristócratas y las
monarquías. Sin embargo, en EU a partir del ataque de Roosevelt
a las libertades de los americanos en los años 30s, los enamorados del
estatismo, colectivismo, el estado controlador de la vida de sus ciudadanos,
plagiaron el término liberal. Es decir, en EU los liberales son los promotores
del control estatal, del socialismo, del estado repartidor.
En los EU pues, la corriente estatista -los perredistas
americanos- son los que ahora usan el término liberal. Al presentarse esa
situación, los liberales originales, los herederos de Jefferson,
Paine, Coolidge, etc., los
discípulos de Milton Friedman, Rothbard,
Von Mises, Hayek, tuvieron
que adoptar otro nombre, ahora ellos se autobautizaron
“libertarios”. Fuera de EU ser liberal es ser enemigo del estatismo, del
colectivismo. En EU ser liberal es ser promotor del control estatal, altos
impuestos para redistribuir la riqueza, del estado paternalista y solucionador de los problemas más personales de la
sociedad. En EU ser libertario es ser amante de la libertad, amante de los
mercados libres sin interferencia gubernamental, enemigo del socialismo.
Ahora, ¿qué es liberalismo o libertarianismo? Es simplemente la filosofía de la libertad
de los seres humanos. Es la filosofía que promueve la idea de que todos los
seres humanos tienen el derecho de vivir su vida de la forma que ellos lo
decidan, siempre y cuando al hacerlo, no hieran, lastimen, y respeten el mismo
derecho de los demás. Los liberales o libertarios defienden el derecho de todos
los seres humanos a la vida, la libertad, y la propiedad -derechos que poseemos
de una manera natural, antes inclusive de que los gobiernos fueran creados.
Los liberales o libertarios pensamos
que todas las relaciones humanas deben ser voluntarias; las únicas acciones que
deberían ser prohibidas por ley, son aquellas que implican la iniciación de
fuerza contra aquellos que a su vez no la usan -acciones como asesinatos,
violaciones, robos, secuestros etc. Creemos que los gobiernos deberían de
existir sólo para proteger los derechos de los ciudadanos, para protegernos de
aquellos que pudieran usar la fuerza en contra de nosotros. Cuando los
gobiernos usan su fuerza contra gente que no ha violado los derechos de otros,
entonces esos gobiernos se convierten en los violadores. Nosotros, liberales o
libertarios, condenamos y nos oponemos a acciones gubernamentales como el
reclutamiento militar obligatorio, la censura, el control de precios, salarios
mínimos, subsidios, confiscación de propiedad, y la regulación de nuestras
vidas personales y económicas.
Las pirámides del liberalismo—libertarianismo son varias:
1.
Individualismo: Nosotros vemos al
individuo como la unidad básica de nuestro análisis social. Solamente los
individuos toman decisiones y deben ser responsables de sus acciones.
Enfatizamos en la dignidad de los individuos, lo que involucra derechos, pero
también responsabilidades. Las organizaciones sociales o de la sociedad civil
son y deben ser promovidas por los individuos no las marañas estatistas. La sociedad debería de organizarse de la base
de la pirámide hacia arriba, partiendo del individuo, siguiendo con las
organizaciones de la sociedad civil, hasta llegar a tener un gobierno realmente
al servicio de la sociedad, y emanado del pueblo.
2.
Derechos individuales: Porque los individuos
son agentes morales, tienen el derecho a la seguridad de su vida, libertad, y
propiedad. Estos derechos no han sido concedidos por los gobiernos o la
sociedad; son inherentes en la naturaleza humana. El atentar contra esos
derechos, es una violación. La función fundamental de los gobiernos debería ser
el proteger esos derechos. Es decir, la función fundamental de un gobierno
debería ser el proteger vida, libertad, propiedad, y contratos, más de eso es
intrusión. En México por años hemos tenido instituciones que atentan contra
esos derechos; la principal; nuestro sistema judicial corrupto, la secundaria;
la gloriosa reforma agraria, la tercera; nuestro perjudicial sistema
impositivo.
3.
Orden espontáneo: La sociedad requiere
de un buen grado de orden para que los individuos sobrevivan y progresen. La
mayoría de la gente asume que ese orden debe ser impuesto por una autoridad
central. El orden de la sociedad debe de darse de una manera espontánea como
producto de las acciones de millones de individuos que coordinan sus propias
acciones con otros para lograr sus propósitos. Las instituciones más
importantes de la humanidad -lenguaje, ley, dinero, y los mercados- se
desarrollaron de forma espontánea, sin una dirección central. Si ese orden se
busca en la dirección del estado, fácilmente caemos en la tiranía.
4.
Vigencia de la ley: Promovemos una
sociedad regida por la ley, en la cual los individuos son libres para construir
sus vidas siempre y cuando respeten el mismo derecho de los demás. Los
individuos deben de ser gobernados por preceptos legales generalmente aplicados
y espontáneamente desarrollados, no por mandatos arbitrarios, dogmáticos, y
autócratas; y esos conceptos deben proteger la libertad de los individuos para
buscar su felicidad de la manera que ellos lo consideren, respetando esos
preceptos legales. En un estado liberal pues, es neurálgico el contar con un
sistema judicial limpio, profesional, independiente y honesto.
5.
Gobierno limitado: El gobierno es una
institución peligrosa. Los liberales—libertarios tenemos una gran antipatía
hacia la concentración de poder, puesto que Lord Acton
afirmaba: “El poder tiende a corromper, y el poder absoluto, corrompe
absolutamente.” El poder debe estar limitado y dividido, eso se logra limitando
al gobierno a través de una constitución en la que se enumeren y limiten los
poderes que la gente ha delegado en ese gobierno. Hay evidencia de que la
dispersión de poder en
6.
Mercados libres: El mercado es una
institución social que se desarrolla espontáneamente por individuos como un
mecanismo para la eficiente satisfacción de sus necesidades. Los mercados
libres es el sistema económico de individuos libres indispensables para crear
riqueza, prosperidad y progreso. Para sobrevivir, los individuos necesitan
desarrollar actividades económicas. El derecho que tenemos a la propiedad, nos
da también el derecho de intercambiar esa propiedad a través de acuerdos mutuos
con otros participantes en el mercado, sin intervención o coerción del estado.
La gente será más libre y próspera si la intervención gubernamental en la vida
económica del individuo se mantiene al mínimo. El estado no debería tener
función alguna en la vida económica de la sociedad más que la de proteger el
cumplimiento de los contratos.
7.
La virtud del
8.
Armonía natural de los
intereses individuales: Los liberales creen en una armonía natural de intereses
entre gente pacífica y productiva en una sociedad justa. El plan muy personal
de un individuo puede estar en conflicto con los planes de otros miembros de la
sociedad, es cuando el mercado hace que algunos cambien o modifiquen esos
planes. De esa forma todos prosperamos en un sistema de libre mercado, sin
conflicto entre los diferentes participantes. Solamente cuando el gobierno
empieza a otorgar recompensas con base a presiones políticas, enfrentamos
conflictos de grupos y se inicia la competencia para lograr una porción de ese
poder político.
Hemos abandonado el siglo XX, un
siglo en el que se ha tratado de encontrar la solución de todos los problemas
de la sociedad en ese ser amorfo; el estado, la desilusión con el socialismo y
otras formas de colectivismo es sólo un aspecto de un campo mucho más amplio en
esa pérdida de fe en el estado como agente de benevolencia. El estado fue el
gran ganador del siglo XX; y fue también el gran fracaso. Para cuando se
firmaron los acuerdos de Versalles, la mayoría de los
pensadores creyeron que un estado agigantado podría lograr la ansiada felicidad
de los seres humanos, pero para finales de los 80s, esa visión era sólo
mantenida por unos cuantos necios. El experimento había sido tratado y probado;
y miserablemente había fallado. El estado había comprobado ser un irresponsable
dilapidador de dinero, un elemento sumamente negativo en el destino de los
países. Al final de este glorioso siglo, también ha probado ser un cruel
instrumento de pérdida de tiempo. Por algo lo llaman el siglo perdido.
Al cerrar el último capítulo del
siglo y milenio, los países que crearon y desarrollaron el liberalismo-libertarianismo, son los que han establecido el liderazgo
económico, político, tecnológico, y social sobre el resto del mundo. Inglaterra
fue el precursor con pensadores como Adam Smith, John Locke,
J. S. Mill, David Hume, y
su heredera moderna Margaret Thatcher.
En los EU Jefferson, Washington, Madison,
Paine le dieron vida al concepto en el nuevo mundo, y
casi a finales del siglo su heredero Ronald Reagan los reivindicó. Estados Unidos creó a finales de la
segunda guerra mundial a Japón y Alemania a su imagen y semejanza. Los países
de habla inglesa sin duda se dirigen al portal del siglo XXI con la frente en
alto y gran optimismo. Son los líderes del mundo. Son los países odiados por
Fidel Castro y Hugo Chávez, admirados alrededor del mundo por todos los hombres
de buena voluntad.
Ante la novedosa y regenerada ola de
estatismo que cubre al mundo e inclusive amenaza con arropar al país que fuera
formado por el liberalismo, los EU, sólo unas palabras de precaución: Los
colectivistas, los estatistas, los intervencionistas,
los revisionistas miserablemente han fallado, es ahora el siglo de los
liberales—libertarios.
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.