No hay quien no vio el final del 2008 con alivio en México, esperando un mejor 2009. Triste pero cierto parece que no será así, al contrario será peor en rubros tales como la impunidad, aquel lastre heredado por el régimen pasado que se encuentra más presente que nunca, la decreciente calidad de vida y la inseguridad.

La inseguridad, es simplemente el pan de cada día, se vuelve cada vez más cercana y en algún mal día se hace presente. Como ciudadanos no nos hemos acostumbrados tanto a ella como a una criminalidad brutal. Los responsables son los gobernantes.

División de poderes, federalismo, pluralismo, alternancia en el poder y mayor autonomía de varias agencias gubernamentales, entre ellas de seguridad, con un resultado en materia de seguridad y calidad de vida de reprobado y a la baja.

Por ejemplo entre miles: en el DF hubo un cambio de gobierno para que el PRD se hiciera a cargo del mismo y desde hace una década el pan y circo va a la alza más no la calidad de vida ni nada relacionado con la seguridad. Se puede achacar esto a factores estructurales, pero lo cierto es que los gobernantes en los diferentes niveles de gobierno no tienen capacidad de hacerlo; están enfocados en la siguiente elección desde el comienzo de su mandato. Lo cual es premiado y apremiado por los medios de comunicación, principales beneficiarios de las campañas. Como en México no existe la reelección, los gobernantes hacen su año de Hidalgo cada año en el poder. Los candados para evitar malversaciones y el enriquecimiento de servidores públicos y representantes populares han aumentado, pero son básicamente aplicables para niveles bajos e intermedios de gobierno, porque quien realmente manda es don dinero. Y manda por arriba de la ley. Las instituciones se doblan a diario desde su interior por tremendos cañonazos de dinero, no hay una que no.

Nuestros gobernantes, simplemente son los peores. Malos de clase mundial. Quiénes sino hicieron de México uno de los grandes perdedores del siglo XX, y quiénes sino lo siguen hundiendo en el comienzo del siglo. Quienes piensan que los partidos políticos representan diferentes opciones se equivocan, son básicamente uno; el PAN actúa igual o peor que el PRI, el PRD es su hijo ilegítimo y los demás son simples amantes del presupuesto. En síntesis no son la esperanza de nadie. Los partidos políticos por definición luchan por llegar al poder no por servir los intereses de los ciudadanos. Y los representantes populares, es decir de la gente, tienen su propia agenda relacionada con su partido, sus propias aspiraciones y la política nacional. La gente a la que representan queda en tercero o cuarto plano, como una mera justificación de su presencia.

PAN con lo mismo, todo cambio para seguir… bastante peor. Nunca antes en México se había visto tanto crimen en los noticieros, ya las páginas de estados de los diarios se han teñido de rojo; existe gobernabilidad pero no hay certidumbre ciudadana ni fortaleza institucional. Por lo que México es hoy en día un tigre de papel tirando zarpazos contra sombras que cobija.