El PAN debe corregir y volver a sus valores tradicionales. Dormirse en los laureles del poder, lidiar con la mafia corporativa priísta, definitivamente no es buena idea. Ahí están los resultados. Ya veremos si se impone la cordura, la inteligencia ó tristemente prosigue la soberbia.
Algunos lectores de esta columna
están un poco molestos. Infiero que algunos de ellos son panistas.
Al parecer el enojo proviene de mi apoyo al voto nulo. Hace algún tiempo un
colega liberal y periodista de trayectoria me dio una gran enseñanza: quien
escribe es responsable de lo que dice ó afirma y debe afrontar las
consecuencias.
Esta respuesta es para los lectores
educados y civilizados, no para los groseros que enviaron toda clase de
improperios a mi correo personal.
Para empezar, el voto nulo fue un
éxito numérico. Las estadísticas recientes muestran que tradicionalmente el
voto nulo ronda entre 2 y 3% (la elección anterior del legislativo -la elección
anterior a la reciente del 5 de julio- arrojó cifras de anulación del 3%) y
según estudios académicos el mismo pertenece a errores que son propios en su
mayoría a la población de menor escolaridad.
En las pasadas elecciones el voto
nulo a nivel nacional rodeo al 6% y en el DF se acercó al 11%. Perdón, pero si
el voto nulo pasa del 3 al 6%, ¡es un avance del 100%! Y no seamos ingenuos, se
trata ya de personas cuya escolaridad avanzada se conjuntó con los que menos
estudios tienen.
Si le metemos más números al voto
nulo, significa que cerca de dos millones de personas anularon su voto. Si
somos más estrictos y separamos a los de mayor escolaridad, significa que cerca
de un millón de ciudadanos se identificó con el voto nulo. ¡Ya quisiera la partidocracia a este millón de personas!
En el PAN están muy molestos porque
sienten que la mayoría de este millón de ciudadanos que anulamos nuestro voto
tradicionalmente nos inclinamos por el voto panista,
y en esta ocasión habríamos acabado haciéndole el juego al PRI y a la
chiquillada política (que por cierto, se iba a acabar imponiendo el voto duro
que está detrás de ellos). Qué soberbia, la de los del PAN, por eso les fue
como les fue.
Yo no sé si los “anulistas
educados” tradicionalmente se van al PAN. Por lo menos este servidor no. En las
elecciones recientes he votado por el PAN por considerarlo el menos peor (en
las elecciones de 1994 voté por el priísta Ernesto Zedillo
por considerarlo el más preparado de los contendientes a la presidencia). En
las elecciones de 2000 y 2006 voté por el PAN -elecciones presidenciales- por
la ilusión de que la alternancia fuera al fin un hecho real en la incipiente -y
frágil- democracia mexicana (nuevamente amenazada por cierto en el 2006 por el mesías López).
Sólo les recuerdo a los panistas arrogantes algunas de las causas de su escandalosa
derrota:
-Llevan ya 9 años en el poder y no
han tocado a uno sólo de los corruptos líderes sindicales priístas. Al
contrario, parece que se han sentidos cómodos en el poder y con sus alianzas
sólo han fortalecido al corporativismo sindical priísta.
-Si el fundador del PAN, Gómez Morín, se levantara de su tumba, volvería a pedir que lo
regresaran a la misma. El PAN nació como un partido con base ciudadana -clases
medias y pequeños y medianos empresarios- que aborrecía los métodos apestosos
del PRI de ganarse al electorado dando pan y circo. Hoy el PAN hace lo mismo.
Que si la laminita, que si la playerita, que si la bolsita, que si el
desayunito. Qué asco.
-En materia económica el PAN ha sido
en lo general responsable, excepto en el margen, es decir, en los últimos dos
años de gobierno de Felipe Calderón. Con su política keynesiana, llena de
subsidios sin ton y son, de controles de precios, de socialismo, las finanzas
públicas están en severos aprietos. Que no pongan de pretexto la caída en el
precio del petróleo (que en este año las coberturas nos salvaron el pellejo) ó
las pensiones del gasto tradicional corriente -pensiones, salarios a maestros y
médicos. El populismo calderonista se traducirá en
mayor endeudamiento el año que viene.
-La política exterior calderonista es un verdadero asco. Calderón ha retomado a
la vieja y socialista política exterior priísta. No es posible que un
Presidente de derecha coquetee y le haga el juego a la izquierda estalinista de
los Chávez, Morales, Ortega, Castro, Correa y últimamente a Zelaya.
-La sangrienta guerra contra el
narcotráfico sólo ha exacerbado al crimen organizado. Entendemos que la
presencia del ejército a veces es indispensable para detener las extorsiones y
violencia del narco. Pero la decisión de dejarle todo
al ejército agravará el problema. Lejos de armar un sistema de inteligencia
avanzado, sólo desmantelaron a la AFI para juntar a toda la policía federal y
sumarla a la lucha contra el narcotráfico. No se entiende que el delito del
“narcotráfico puro” es total y económicamente distinto a los delitos como el
secuestro, los asesinatos y la extorsión. Ya ahondaré mi crítica en este tema
en otra ocasión.
-Calderón con sus presiones, terminó
por politizar al Banco de México, que ahora ya no responde a la estabilidad de
precios, sino a la política fiscal keynesiana calderonista.
Qué desgracia para los mexicanos.
-Increíble, pero cierto, el PAN ya
no forma cuadros técnicos. Ahora jala para candidatos incluso a priístas
corruptos. Vaya el daño que hace la ambición por el poder.
-Aunque las presiones fueron
priístas, el PAN terminó por hacerles el juego, y lejos de hacer una poderosa
reforma energética, se conformaron con pequeñas modificaciones que siguen
premiando al estatismo enfermizo.
-Nuevamente, con presiones priístas,
el PAN terminó por ser cómplice de la censura. Desde el desmantelamiento del
IFE hasta volverlo un órgano censurador, el PAN fue cómplice en el retroceso de
la libertad política.
No soy novato y sólo anule mi voto
de las elecciones federales. En las elecciones para delegados y asamblea seguí
votando por el menos malo, el PAN. Sería una pesadilla si mi delegación es
invadida por el PRD ó PT.
El PAN debe corregir y volver a sus
valores tradicionales.
El voto nulo es un éxito numérico. Definitivo,
las redes sociales a través del internet están
creciendo en México. No sé si esto sirva para acabar con la partidocracia.
Ese es otro tema.
Pero en esto, en el acabose de los
privilegios partidistas, efectivamente, no es sólo el asunto de “anular.” Por
fortuna ya hay organizaciones civiles, independientes del gobierno, que están
presionando para haya reforma política. Al menos es una esperanza en nuestro
nubarrón político. Ya veremos si el PAN corrige. Dormirse en los laureles del
poder, lidiar con la mafia corporativa priísta, definitivamente no es buena
idea. Ahí están los resultados. Ya veremos si se impone la cordura, la
inteligencia ó tristemente prosigue la soberbia.
EntrarDurante siglos se ha debatido quién debe detentar el poder y no los límites de ese poder.