No sólo por la estabilidad avanza una economía, sino de toda reforma estructural que sale del Congreso de la Unión.
La economía mexicana sigue nadando de muertito, lo cual quiere decir, uno, que no se ha hundido y ahogado, ¡la buena noticia!, y, dos, que está flotando a la deriva, a merced de las corrientes que, como pueden ser favorables, pueden no serlo, ¡la mala noticia!
El que la economía no se haya hundido y ahogado se debe al prudente manejo, tanto de la política fiscal como de la monetaria, lo cual no es poco, pero de ninguna manera lo es todo, y ya lo estamos viendo. Gracias a ese manejo prudente es que se ha logrado una relativa estabilidad, tal y como lo muestra el siguiente dato: entre 2001 y 2011 la inflación promedio anual fue del 4.4 por ciento.
El que esté flotando a la deriva se debe, ¡va de nuevo!, a la falta de reformas estructurales, que limitan la competitividad del país, la cantidad de inversiones directas, y el crecimiento de la producción de bienes y servicios, la generación de ingresos y la creación de empleos, y por ello la posibilidad de que millones de mexicanos eleven su nivel de vida. Consecuencia de la falta de reformas estructurales ha sido, y lo seguirá siendo mientras tales reformas sigan pendientes, un crecimiento económico que deja mucho que desear, tal y como lo muestra el siguiente dato: entre 2001 y 2011 el crecimiento promedio anual del Producto Interno Bruto, el PIB, fue del 2.0 por ciento.
El objetivo inmediato debe ser invertir las cifras: que la inflación promedio anual no supere el dos por ciento (por eso, al ser del cuatro por ciento, hablo de relativa estabilidad), y que el crecimiento del PIB no resulte menor a los cuatro puntos porcentuales (en 2010 y 2011, una vez superada la recesión del 2009, el crecimiento promedio anual del PIB resultó del 4.7 por ciento, y la proyección para 2012 y 2013 es - según los resultados de la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado: abril 2012 - del 3.6 por ciento).
Cierto que las últimas cifras relacionadas con el desempeño económico – indicadores cíclicos: coincidente y adelantado, inversión fija bruta, actividad industrial, indicador global de la actividad económica, creación de empleos en el sector formal de la economía, por citar algunos -, apuntan en la dirección correcta, por lo que podría sonar exagerada la afirmación de que la economía esta flotando a la deriva, observación ante la cual respondo preguntando lo siguiente: ¿Y cuánto mejor no serían esos resultados si se hicieran las reformas estructurales que nos permitirían empezar a nadar como Dios manda para aprovechar las corrientes favorables y resistir las desfavorables?
No sólo por la estabilidad avanza una economía - permítaseme la paráfrasis -, sino de toda reforma estructural que sale del Congreso de la Unión, lo cual quiere decir que, con relación a este tema, más importante que la pregunta por el próximo presidente lo es la pregunta por quienes integrarán dicho Congreso: ¿cuál es su opinión respecto a las reformas estructurales?
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.