El golpe se estaba preparando desde diciembre. El procurador Jesús Murillo Karam señaló que fue entonces cuando la PGR recibió un reporte de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda reportando una serie de transacciones inusitadas y aparentemente ilegales de cuentas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Uno podría pensar que esto habría sido una gran coincidencia. Como lo sería el que Emilio Chuayffet, un político sin experiencia en el ramo educativo pero con viejos agravios con la maestra Elba Esther Gordillo, haya sido seleccionado como secretario de educación. Otros consideran que el gobierno de Enrique Peña Nieto tenía el plan de emprender acciones contra una dirigente sindical no sólo poderosa sino con patrones de consumo ostensiblemente excesivos. Si bien Humberto Moreira acercó el PRI a su mentora, el propio Enrique Peña Nieto como candidato marcó una distancia no sólo de ella sino de Moreira. El partido Nueva Alianza de la maestra, de hecho, no apoyó a Peña Nieto como candidato a la presidencia como se había considerado en un principio.

La detención de la maestra Elba Esther Gordillo el 26 de febrero se hizo con una orden de aprehensión y una investigación bien configurada. Las transacciones están documentadas y señalan un desvío de recursos. Aunque el propio SNTE no ha presentado una denuncia por este robo de los recursos de los trabajadores, a la maestra se le han fincado responsabilidades por operaciones con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa.

Queda claro que algunas personas extrajeron dinero de cuentas del sindicato para transferirlo a empresas vinculadas a la maestra o al pago de cuentas de ella en aviones privados, tiendas y cirugías plásticas. La gran pregunta es si esta acción legal es el inicio de una campaña para evitar que los sindicatos sigan robando dinero de los trabajadores o si es una simple acción política.

Ernesto Cordero, coordinador de los senadores del PAN y ex secretario de hacienda, ha declarado que el gobierno de Felipe Calderón no tomó medidas en contra de Gordillo porque nunca hubo indicios de operaciones ilícitas de su parte. Pero sí sorprende que estas indicaciones sólo surgieron con el cambio de gobierno, también el que no se haya encontrado la misma información en cuentas de otros líderes sindicales que han tenido comportamientos iguales.

La maestra, de hecho, fue una aliada crucial que le permitió a Calderón ganar la elección de 2006. Ya como presidente, Calderón estableció una alianza con ella. Por ello el presidente nombró a allegados de Elba Esther en la subsecretaría de educación básica y las direcciones generales del ISSSTE y de la Lotería Nacional. La alianza era tan fuerte que Josefina Vázquez Mota fue destituida del cargo de secretaria de educación pública por sus enfrentamientos con Elba Esther.

Así como podemos decir que la acción judicial en contra de la maestra tiene mucho de político, también podemos señalar que en el sexenio de Calderón no se procedió contra ella también por razones políticas.