La pausa del Peje
Hoy el debate es muy distinto que hace 6 años. López Obrador y sus rivales presentan propuestas completamente distintos. Como sea, él será el ganador o el perdedor, no sus rivales.
Más que nunca la pausa es positiva. Más que nunca necesitamos un
momento de respiro. Más que nunca necesitamos desentendernos.
Hace tres meses que la campaña electoral empezó de manera formal. Y
faltan poco menos de tres meses para que termine. Estamos a la mitad de la
contienda, pero el cansancio es mucho.
Quizá la razón es que, independientemente de cuándo empezó formalmente,
la carrera electoral ha estado presente desde hace mucho tiempo entre nosotros.
Ha durado por lo menos un año: desde esa prolongada y agitada sesión de
Por eso necesitamos el descanso, el momento de reflexión. Tenemos que
olvidar, aunque sea una semana, la batalla y prestar atención a cualquier otro
tema. Sólo así estaremos listos para los últimos tres meses de campaña.
El futuro del país está en lisa. En los comicios del 2000 se definía la
permanencia o no del PRI en el poder, pero en realidad los programas políticos
de Francisco Labastida y de Fox no se distinguían
demasiado. Por eso la decisión de los electores tuvo más que ver con estilos
que con sustancia.
Hoy el debate es muy distinto. López Obrador y sus rivales presentan
propuestas completamente distintos. El perredista
promete detener y echar para atrás la inversión privada en electricidad y
petróleo. Anuncia una confrontación con los banqueros, a los que llama
parásitos. Promete dar una pensión a todos los ancianos del país. Y aumentar el
gasto público de manera muy sustancial.
¿Es un retorno al populismo? ¿Se pueden cumplir las promesas de campaña
de López Obrador sin quebrar una vez más al Estado? Ésa es la gran disputa que
tiene nuestro país. Felipe Calderón y Roberto Madrazo
también han hecho promesas muy ambiciosas. Pero sus estrategias de campaña se
han concentrado más bien en detener al candidato que se encuentra en primer
lugar en las encuestas.
El PAN ha gastado más dinero en pagar comerciales que acusan a López
Obrador de intolerante y de irresponsable en lo financiero que en hacer
propuestas concretas sobre lo que Calderón haría en su gobierno. Madrazo ha gastado más tiempo y recursos en cuestionar a
Andrés Manuel por negarse a debatir que en explicar qué haría con
No sé cuál será el resultado de la elección del próximo 2 de julio,
pero me queda claro que el personaje central es y será López Obrador. Él será
el ganador o el perdedor, no sus rivales. La gente votará a favor o en contra
de este tabasqueño que, con su peculiar carisma, se ha convertido en el centro
de las tormentas en esta elección.
Pero ¿qué he hecho? Yo quería dedicar este artículo a
la pausa: a la reflexión sobre cualquier tema menos el electoral. Pero se ve
que como tantos mexicanos tengo la campaña labrada en la cabeza. Y en la
campaña, labrado está Andrés Manuel López Obrador.
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EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.
