Ayer por la tarde el INEGI dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empelo, correspondiente al primer trimestre del año, y, comparados con los resultados del trimestre anterior, el cuarto del 2005, hubo avances y retrocesos, tal y como lo muestra el cuadro I.

Cuadro I

Fuente: INEGI

Durante el cuarto trimestre del 2005 la población desocupada, compuesta por las personas que, buscando trabajo, no lo encuentran, equivalió al 3.1 por ciento de la población económicamente activa, compuesta por las personas que trabajan o buscan trabajo. Un trimestre después, entre enero y marzo pasados, ese porcentaje aumentó al 3.5 por ciento. En el primer caso se trató de1 millón 400 mil personas, en el segundo de 1 millón 500 mil.

Lo malo: a lo largo del primer trimestre del 2006, comparado con el cuarto trimestre del 2005, la desocupación aumentó.

La población subocupada, compuesta por la gente dispuesta a trabajar más horas de las que trabaja, pasó de 6.3 a 6.1 por ciento de la población ocupada. La población que trabaja, y que pese a ello no recibe remuneración de ningún tipo, pasó de 7.1 a 6.8 por ciento de la población ocupada. Por último tenemos que las personas que trabajan en la informalidad (se refiere, según la definición del INEGI, a todas aquellas actividades económicas de mercado que operan a partir de los recursos de los hogares, pero sin constituirse como empresas con un status independiente de esos hogares), pasó del  28.7 al 27.8 por ciento de la población ocupada.

Lo bueno: durante el primer trimestre del año en curso, con relación al último trimestre del año pasado, la población subocupada, no remunerada y en la informalidad se redujo. 

Para continuar esta visión panorámica del mundo laboral mexicano vale la pena señalar, en primer lugar, que, por sector de actividad económica, el 14.4 por ciento de la población ocupada trabajó en el sector agropecuario, silvícola y pesquero; el 25.6 lo hizo en la industria, y el 59.2 restante se desempeñó en el sector de los servicios. En segundo término tuvimos que, por posición en el trabajo, el 65.1 por ciento de la población ocupada fue empleada asalariada; el 23.1 trabajó por cuenta propia; el 4.7 fueron empleadotes, y el restante 6.8 por ciento equivalió a la población ocupada que trabajó sin recibir pago a cambio.

Desde esta última perspectiva tenemos que la mayoría de la población ocupada, en México, trabaja en el sector de los servicios y es empleada asalariada.

Para terminar apuntar que el 63.2 por ciento de la población ocupada, entre enero y marzo pasados, fueron hombres, y que el 36.8 fueron mujeres.