Con certeza puedo afirmar, y así lo espero, mi generación ha sido la última de una larga racha de soldados integrantes del alcanforado machismo mexicano cuya principal característica ha sido cierto desprecio y hasta la opresión de la mujer. A pesar de ser hijo del hombre más caballero que haya conocido, cuyo respeto por la mujer era evidente, fui también nieto, y muy influenciado, de otro muy diferente forjado en esa era del México salvaje en el cual tuvo que liberar feroces luchas, no solo contra revolucionarios, sino yaquis y apaches que constantemente atacaban las poblaciones en las que, a finales del siglo XIX y principios del XX, debutaba en el mundo cerril de la ganadería y los negocios del Sonora olvidado.

Sin embargo, Dios me favoreció con tres hijas maravillosas quienes fueron motivo importante de mi abandono de ese mundo ciego, machista y patriarcal. El simplemente ser testigo, primero de su nacimiento y luego de su ejemplar desarrollo hasta convertirse en esposas y madres, derribaba esa barrera de la intolerancia y el mito de la superioridad del hombre sobre la mujer, firma especial del machismo que tanto daño nos ha causado. Pero la pinza definitiva que viniera a cerrar el capítulo de mi transformación, la proporcionaba mi conversión a las ideas liberales cuyo moto es el de: "Dios creó a todos los seres humanos iguales" ...ante la ley.

Mi debut en el mundo de la política, ante la pérdida de mi virginidad burocrática me ha dado, además de innumerable sorpresas, enseñanzas, algunas frustraciones y mucha diversión, la oportunidad de conocer a una mujer muy especial; la gobernadora de Arizona, Janet Napolitano. Al arribar a la ciudad de Phoenix con la grave responsabilidad de representar al gobernador de Sonora en los EU, el ocupar oficinas en el capitolio de esa ciudad en el que despacha también la gobernadora, provocara emergiera algo de la rezaga de aquel machismo que alguna vez rigiera mi vida. Provocaba también, algo difícil de explicar, tal vez intimidación cuando ante mi nueva responsabilidad, gran parte de mi interacción debía producirse con ella.

A pesar de que diarios amarillistas, irresponsables y enemigos de la verdad publicaban, falsamente y sin recato, una supuesta y grave molestia de la gobernadora por mi nombramiento puesto que, según ellos, siendo miembro del partido demócrata, mi inventada filiación con el partido republicano se convertía en un grave obstáculo para establecer una buena relación y ejecutar la agenda de ambos mandatarios, en estos momentos puedo afirmar que, inclusive ante mi sorpresa, la conexión con ella ha sido no solo buena, sino excelente... también aclaro no ser republicano sino liberal.

Encontré en la gobernadora Napolitano, no solo una mujer inteligente, de un gran carisma, armada de gran creatividad y con un sentido especial para la política, sino una líder constituida de un material raro y difícil de encontrar no solo en las mujeres, en especial en los hombres; una rara honestidad y asertividad asombrosa. Pero sobre todo, una mujer valiente al mismo tiempo práctica y con sentido común quien, dejando en el pasado esa intolerancia de la política, a pesar de ser miembro del partido demócrata, ha cuajado su administración con un gran numero de republicanos puesto que, como ella lo afirma, "recluto los mejores elementos, no solamente a los mejores demócratas."

He conocido a una mujer quien, al igual que el gobernador Bours, entiende claramente el concepto de creación de valor, desarrollo económico provocado por una sociedad libre custodiada por un gobierno ágil y eficiente, y sobre todo, la importancia que tiene para sus gobernados. Tan lo entiende que su Secretario de Economía, Gil Jiménez, es un hombre emanado de la iniciativa privada en la cual tuvo una larga carrera como banquero internacional –en donde tuve la fortuna de conocerlo— que le permitió recorrer los centros financieros mas importantes del mundo, para darle una visión global tan necesaria en estos momentos.

Su Secretario de Agricultura y Ganadería, es mi ex socio por algunos años y activo republicano con claros tintes liberales, Don Buttler, quien fuera presidente de la Confederación Nacional Ganadera de los EU, del Chicago Mercantile Exchange, el Fondo de la Reserva Federal en San Francisco, y uno de los participantes mas activos en la estructuración del TLC como asesor del Presidente Bush I.

Su capacidad para reclutar gentes de ese calibre, ha permitido que el estado pueda mostrar el sano rostro de su economía. Durante el periodo fiscal terminado este Junio pasado, reduciendo impuestos, los cofres de la tesorería del estado de tuvieron una avalancha de $8 billones de dólares, lo que representa un crecimiento de un 19% sobre el anterior. Esto es el incremento más grande desde el año fiscal de 1975. Sueldos y salarios, que representan dos tercios del ingreso de las personas, tuvieron un robusto incremento de casi un 10% en el mismo periodo. Tal vez ello explique el que Phoenix sea la segunda ciudad en crecimiento en todo los EU y el estado siga siendo destino de olas de inmigrantes de todas las avenidas del mundo por lo que, se le proyecta en los próximos treinta años, con 20 millones de habitantes.

He conocido a una mujer que no solo le da una importancia estratégica a la relación de Arizona con Sonora, sino con todo México y América Latina en general, por lo que mantiene un departamento especial integrado por gente sumamente profesional para ese propósito: el incrementar los lazos comerciales, financieros, de negocios y culturales con todo el continente latinoamericano. Para que su función sea mas eficaz ante este proyecto, ha reclutado como asesor de cabecera a un joven Nogalense con sólo 27 abriles en su contabilidad, Marco López, a quien todo mundo cataloga de niño prodigio y se le pronostica un futuro político ilimitado, con lo cual concuerdo un cien por ciento.

Ubicada en el octavo piso del capitolio en donde uno se contagia del entusiasmo y energía que emanan por todas partes; Rodeada de un grupo de nueve asesores —muchas de ellas mujeres— considerados el "chuqui del desahíje;" Con una popularidad asombrosa ante una gestión admirable, y lo más impactante, en un estado extra republicano conservador, Janet Napolitano se proyecta hacia una segura reelección para, entre otras cosas, seguir impulsando la integración de Arizona con Sonora y México. No cabe duda de que es un ser humano muy especial y una clara demostración de la capacidad de su género, y en especial, del futuro de las mujeres en la política.