¿Qué hay que entender por crecimiento económico? Una mayor producción de bienes y servicios. ¿De qué depende esa mayor producción de mercancías? Del incremento en la inversión directa, entendiendo por inversión todo gasto destinado, precisamente, a producir más y mejor, y entendiendo por directa aquella inversión destinada a crear empresas, a producir bienes y servicios, a generar empleos, y a hacer posible que la gente obtenga un ingreso.

La respuesta a la pregunta qué es el crecimiento económico es única - mayor producción de bienes y servicios -, no siendo así en el caso de la respuesta a la pregunta qué es la democracia, pregunta que tiene varias respuestas, ya que la democracia puede referirse a fenómenos que van, desde el sufragio efectivo, hasta la representación legislativa, misma que, en las democracias, es el resultado del  sufragio efectivo. Para efectos de este escrito entenderé por democracia sufragio efectivo, es decir, democracia electoral, que si bien es cierto que no agota las manifestaciones democráticas, si es condición necesaria de ellas: sin democracia electoral, es decir, sin sufragio efectivo, no hay democracia que valga, si bien es cierto que, para que la democracia valga, tiene que ser mucho más que sufragio efectivo.

¿Qué hay que entender por democracia? Sufragio efectivo, es decir, elección, de parte de los gobernados, de los gobernantes, ya sean del Poder Ejecutivo, ya de Legislativo, sufragio efectivo que les otorga, a los gobernantes, la legitimidad de origen (son gobernantes legítimos porque fueron electos por los gobernados), legitimidad de origen que debe refrendarse en la práctica (haciendo valer el Estado de Derecho, que es el gobierno de las leyes justas, siendo justas las leyes que reconocen plenamente, definen puntualmente y garantizan jurídicamente los derechos a la vida, la libertad y la propiedad).

Así las definiciones, queda claro que, como lo apunta Schettino, puede haber crecimiento económico, sin que haya democracia, de la misma manera que puede haber democracia sin que haya crecimiento, lo cual quiere decir que la democracia no es causa del crecimiento económico, de la misma manera que el crecimiento económico no es causa de la democracia, si bien es cierto que en ambos casos encontramos un mismo ingrediente: la libertad. La democracia supone la libertad de elección de los gobernados, libertad para elegir a los (¿a sus?) gobernantes. El progreso económico supone la libertad para trabajar y emprender, para invertir y producir, para distribuir y comerciar, para ahorrar y consumir.

La libertad para elegir gobernantes no supone, necesariamente, la libertad para trabajar y emprender, invertir y producir, distribuir y comerciar, ahorrar y consumir, de la misma manera que la segunda libertad no supone la primera, si bien es cierto que el respeto a la libertad del ser humano, sobre todo de parte del gobierno (que siempre es la principal amenaza contra la libertad y la propiedad), supone respetar ambas libertades, la de elegir gobernantes, y la de trabajar y emprender, invertir y producir, distribuir y comerciar, ahorrar y consumir, libertad política la primera, económica la segunda.

¿Cuál es ese mismo proceso del cual, según Schettino, derivan democracia y crecimiento económico? El proceso del respeto a la libertad en todas sus manifestaciones, respeto que en muchos casos, sobre todo en los que tienen que ver con la actividad económica del ser humano, deja mucho que desear, tal y como lo muestra el siguiente dato: en escala de cero a diez, la calificación promedio, de 178 naciones, en materia de libertad económica, según el Índice de Libertad Económica, de la Fundación Heritage, es de 6.0, ¡sí: 6.0!, con el 52.8 por ciento de los países reprobados.

Por ello, pongamos el punto sobre la i.