La idea de que el liberalismo es una teoría que solamente constriñe el poder es cuestionable. El liberalismo tiene una dimensión positiva: ha creado poder y Estados poderosos.
¿Qué es, en esencia, el liberalismo? Un conjunto de teorías cuyo común denominador es la defensa de la libertad individual, la propiedad privada (condición de la libertad) y la responsabilidad personal (consecuencia de la libertad), defensa que lo es, en lo principal, del gobierno, al cual los liberales no pretenden eliminar, por considerarlo, dentro de ciertos límites, necesario para garantizar los derechos de las personas, comenzando por el derecho a la libertad, sino solamente limitarlo, por considerar que, más allá de esos límites, comienza a violar la libertad individual, a restringir la propiedad privada, y a diluir la responsabilidad personal.
La esencia del liberalismo no es la lucha contra el gobierno, sin adjetivos, sino la lucha contra el gobierno ángel de la guarda, que pretende preserva al gobernado de todos los males, y el gobierno hada madrina, que pretende otorgarle todos los bienes, gobiernos ángel de la guarda y hada madrina que violan la libertad individual, restringen la propiedad privada, y diluyen la responsabilidad personal, algo que ningún liberal tolera, en primer lugar por razones de principio, y en segundo término por motivos prácticos.
Las violaciones a la libertad individual, las restricciones a la propiedad privada y la dilución de la responsabilidad personal, más allá de lo estrictamente necesario para intentar que no nos dañemos los unos los otros, son actos que, por principio, deben combatirse. Por principio: porque es lo decente.
Pero además de lo anterior, las violaciones a la libertad individual, las restricciones a la propiedad privada y la dilución de la responsabilidad personal, más allá de lo estrictamente necesario para intentar que no nos dañemos los unos los otros, son actos que, por motivos prácticos, deben combatirse, ya que la libertad individual, la propiedad privada y la responsabilidad personal son condiciones necesarias de la acción humana eficaz, comenzando por el campo de la actividad económica Por motivos prácticos: porque es lo eficaz.
Para los liberales la tarea del gobierno debe ser prohibir que nos hagamos daño los unos los otros y, de fallar la prohibición, castigar a quien haya dañado a otro. La función del gobierno, desde la perspectiva liberal, debe ser, dicho de otra manera, garantizar la seguridad contra la delincuencia e impartir justicia, para lo cual se requiere un gobierno lo suficientemente fuerte, fortaleza que no hay que confundir con intromisión, es decir, con la multiplicación indebida de las responsabilidades del gobierno, lo cual da como resultado los gobiernos ángel de la guarda y hada madrina, gobierno ángel de la guarda que prohíbe que el gobernado se haga daño a sí mismo, gobierno hada madrina que obliga a que unos gobernados le hagan el bien a otros, todo lo cual supone la intromisión del gobierno en ámbitos que no le corresponden.
Lo único que, desde el punto de vistas liberal, justifica, de parte del gobierno, las violaciones a la libertad individual, las restricciones a la propiedad privada, y la dilución de la responsabilidad personal, es evitar que unos dañen a otros, no prohibir que uno se dañe a sí mismo, tampoco obligar a que uno ayude a otro. El gobierno liberal tendrá que ser todo lo fuerte que sea necesario para conseguir lo primero, pero evitar a toda costa lo segundo y lo tercero, algo de lo que hoy ningún gobierno se libra: en mayor o menor medida todos prohíben que, en muchos casos, uno se haga daño a sí mismo y, en muchas ocasiones, obligan a que uno ayude a los demás, todo lo cual supone una intromisión que, si se ha de respetar la libertad individual, la propiedad privada y la responsabilidad personal, debe evitarse.
Por ello, pongamos el punto sobre la i.
Tanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.
Tanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.
Si necesitamos un Estado para combatir otro Estado, por regresión, ¿cómo se justifica la existencia del primer Estado?
Los enemigos de la libertad –de izquierda, derecha o centro– tienen un denominador común: la fe en el Estado.
De la ley nace la seguridad.