Le enmiendo la página a Smith: “El establecimiento de las leyes justas y del gobierno gobierno es el mayor esfuerzo de la prudencia y la sabiduría humanas”, ya que no basta con redactar y promulgar leyes, ni con instituir gobiernos, para lograr, por medio de lo que a las leyes y al gobierno les corresponde, la convivencia civilizada, la justa, en la cual cada quien respeta los derechos naturales de cada cual, que en esencia son tres: a la vida, a la libertad individual, a la propiedad privada.

Padecemos leyes injustas, de inspiración socialista y mercantilista, que han dado como resultado gobiernos que pretenden ser más que gobiernos, no limitándose a garantizar la seguridad contra la delincuencia, es decir, contra la violación de los tres derechos naturales ya mencionados y, de fallar, impartir justicia en sus dos vertientes: sancionar el delincuente y resarcir a la víctima. Esas leyes injustas, de inspiración socialista y mercantilista, dan como resultado el gobierno ángel de la guarda, que como tal pretende preservarnos de todos los males, ¡inclusive de aquellos que nos hagamos a nosotros mismos!, y el gobierno hada madrina, que, por serlo, pretende concedernos todos los bienes, ¡incluidos los que nada tienen que ver con la satisfacción de necesidades básicas!, gobiernos ángel de la guarda y hada madrina que hacen lo que hacen, o limitando arbitrariamente la libertad individual, sobre todo en el caso del gobierno ángel de la guarda, o confiscando injustamente, por medio del cobro de impuestos con fines redistributivos, la propiedad privada, tal y como sucede con el gobierno hada madrina.

No: el mayor esfuerzo de la prudencia y la sabiduría humanas no es la redacción de leyes y la creación de gobiernos, algo que cualquier tirano hace con la mano en la cintura, sino la redacción de leyes justas y la creación de gobiernos gobiernos. Las leyes justas son aquellas que reconocen plenamente, definen puntualmente y garantizan jurídicamente los derechos naturales de la persona a la vida, la libertad individual y la propiedad privada, por lo que, en esencia, se sintetizan en tres preceptos: no matarás, no esclavizarás y no robarás. Las leyes justas, esencialmente, lo único que hacen es prohibir dañar al otro en su vida, su libertad y su propiedad. El gobierno gobierno es aquel que se limita, partiendo de las leyes justas, a garantizar la seguridad contra la delincuencia y, de fallar, a impartir justicia, sin pretender preservar a la persona de todos los males, ni concederle todos los bienes. El único mal del cual debe preservarnos el gobierno es la delincuencia, es decir, de la violación de nuestros derechos, y el único bien que debe proveernos es la justicia, es decir, el castigo del delincuente y el resarcimiento de la víctima, todo lo cual supone, en esencia, tres leyes: I) No matarás. II) No esclavizarás. III) No robarás.

El gobierno ángel de la guarda prohíbe más de lo que debe prohibir el gobierno, limitando arbitrariamente la libertad individual, y el hada madrina da más de lo que debe dar, violando la propiedad privada, y ello por la siguiente razón: el gobierno, dada la omnipresente escasez, no puede darles todo a todos, razón por la cual sólo es capaz de darles algo a algunos, y ese algo que a algunos les da previamente tuvo que habérselo quitado, por medio del cobro de impuestos, a alguien más. Necesitamos leyes justas y gobiernos gobierno, y los necesitamos porque no los tenemos, muestra de que, en tan importante tarea, la prudencia y la sabiduría humana han dejado que desear, no habiendo sido capaces de cerrarles el paso a las leyes injustas y a los gobiernos ángel de la guarda y hada madrina.

Por ello, pongamos el punto sobre la i.