“Cuando la ley y la moral se contradicen, el ciudadano se ve en la cruel alternativa, o de perder su sentido moral, o de perder su respeto por la ley.”
¿Debe respetarse la ley? La
respuesta, de entrada, es afirmativa: la ley debe respetarse, siendo dicho
respeto parte de su esencia. ¿Cuál es el objetivo de la redacción y
promulgación de leyes? Que se las respete. ¿Debe respetarse la ley? Sí. De
acuerdo, ¿pero qué sucede con las leyes injustas?
Las leyes deben ser justas, siendo
tales aquellas que reconocen plenamente, definen puntualmente y garantizan
jurídicamente los derechos naturales de la persona a la vida, la libertad y
¿Qué sucede con las leyes injustas,
aquellas que violan, promueven o permiten la violación de la vida, la libertad
y la propiedad del ser humano, leyes de las que están repletas los marcos
jurídicos de las sociedades contemporáneas, comenzando por los ordenamientos
jurídicos en materia fiscal, en general, y tributaria, en particular? Esas
leyes, ¿deben respetarse?
Pongo un ejemplo. Supongamos una ley
que obliga al contribuyente a entregarle al recaudador el noventa y cinco por
ciento de su ingreso. Esa ley, ¿es justa? El cobro del noventa y cinco por
ciento por concepto del impuesto al ingreso, ¿no es un robo con todas las de la
ley? ¿No se trata de una expoliación avalada por una ley injusta? Sí, sin duda
alguna. ¿Qué hacer? En primer lugar intentar, por todos los medios legales,
derogarla. De acuerdo, pero y si no se logra su derogación, entre otras causas
porque los encargados de derogarla se benefician del cobro de tan elevado
impuesto, ¿entonces, qué hacer? Si en tal caso el contribuyente evade o elude,
en defensa de su propiedad, el pago de tal impuesto, ¿actúa inmoralmente?
Ilegalmente sí, ¿pero inmoralmente también?
Un impuesto del noventa y cinco por
ciento al ingreso contrapone moralidad y legalidad. Ese impuesto es legal, ya
que su cobro está avalado por una ley (injusta, pero ley), pero resulta inmoral
ya que, ¡obviamente!, el mismo es una violación a la propiedad y, por ello, a
la libertad, ya que propiedad y libertad son dos caras de la misma moneda. La
propiedad es la condición de posibilidad de la libertad, y en la medida en la
que se limita o elimina la primera se elimina o limita
Si en el caso de un impuesto del
noventa y cinco por ciento al ingreso el contribuyente, en defensa de su
propiedad, evade o elude su pago, ¿actúa inmoralmente? ¿Puede calificarse de
inmoral aquella actuación que se realiza en defensa de la vida, independientemente
del origen de la amenaza? ¿Y la que se lleva a cabo a favor de la libertad? ¿Y
en el caso de la propiedad?
¿Resulta moralmente correcto violar
las leyes injustas? Sí, y es más: violarlas se convierte en una exigencia
moral, sobre todo cuando los esfuerzos por abrogarlas han fracasado.
Por ello, pongamos el punto sobre la
i.
Tanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.
Tanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.
Si necesitamos un Estado para combatir otro Estado, por regresión, ¿cómo se justifica la existencia del primer Estado?
Los enemigos de la libertad –de izquierda, derecha o centro– tienen un denominador común: la fe en el Estado.
De la ley nace la seguridad.