Las fuerzas armadas norteamericanas intentan algo muy difícil: levantar una economía, algo que jamás se ha logrado, en ninguna parte del mundo, sin el funcionamiento de un vigoroso mercado.
Auburn, Alabama (AIPE)- Se nos dijo que Estados
Unidos fue a Irak para derrocar a un peligroso dictador y establecer la
democracia. Pero las fuerzas armadas norteamericanas intentan algo mucho más
difícil: tratan de levantar una economía, algo que jamás se ha logrado, en
ninguna parte del mundo, sin el funcionamiento de un vigoroso mercado.
En
la ciudad de Fallujah no funciona la economía. EEUU
bombardeó hace tiempo todo. No hay agua potable, pero sí escombros por todas
partes. Hay electricidad por unas cuatro horas cada día, pero nadie sabe cuándo
llegará la luz ni cuánto durará. Piense cómo sería su vida en un lugar así.
Los
militares norteamericanos han asumido la responsabilidad de la reconstrucción
de Irak, donde 90% de los proyectos
están atrasados y se siguen retrasando. En Fallujah
se ha prometido que 80% de las viviendas tendrán agua limpia para el otoño y
también se promete el acceso a Internet.
¿Cuánto
va a costar eso? ¿Un par de cientos de millones de dólares o, quizás, varios
miles de millones? Lo sabremos cuando lo terminen.
El
agua corriente requiere electricidad y EEUU no ha logrado que las plantas
generen electricidad. Hay escasez de gasolina porque quienes fueron eficientes
tumbando a Saddam Hussein
no han logrado extraer suficiente petróleo, refinarlo y ofrecerlo a los
consumidores. Y la gasolina se puede vender sólo a un precio controlado, muy
bajo. EEUU impone ese control de precios y quienes operan en el mercado negro
son perseguidos y van a la cárcel.
El
actual problema económico de Irak no es nada diferente al que siempre ha
afligido a todas las economías socialistas, centralmente planificadas.
Recordemos el plan de Stalin de electrificar a
Ucrania, el cual no fue muy diferente al plan actual de Bush
de modernizar a Irak: un desastre tras otro, en medio de despotismo y muerte.
¿Por
qué la planificación socialista no funciona? Porque los medios de producción no
están en manos privadas y, por lo tanto, no hay libre intercambio, con la gente
ofreciendo en venta lo que los demás quieren comprar. Eso significa que no hay
manera de calcular las ganancias ni las pérdidas, por lo que tampoco se puede
determinar la mejor utilización de escasos recursos. Es decir, la economía simplemente
no funciona.
Digamos
que hay una cantidad limitada de gasolina. ¿Debe utilizarse para limpiar
escombros, construir plantas eléctricas o transportar material de construcción
para nuevas escuelas? No hay manera de seleccionar la mejor alternativa y lo
mismo sucede con todos los demás recursos. Así, las prioridades son
determinadas arbitrariamente por el planificador central. En este caso significa
que los habitantes de Fallujah pueden disfrutar de videos,
pero no tienen agua potable. La analogía con
El
problema con los precios o el problema con el cálculo de precios, como decía el
economista Ludwig von
Mises, ineludiblemente conduce al fracaso de todo intento de planificación.
Toda la policía secreta y los soldados de Stalin no
lograron que se cosechara suficiente alimento para los rusos. Los procesos
productivos son complicados y jamás pueden ser dirigidos eficientemente por una
burocracia.
Que
Washington haya subcontratado a empresas privadas 90% de los 18 mil millones de
dólares asignados por el Congreso para la reconstrucción de Irak puede
incrementar la eficiencia, pero no resuelve el problema del cálculo económico.
Las decisiones sobre qué, cuánto y cómo fabricar y producir la siguen tomando
los burócratas. Y los subcontratistas no son dueños de lo que producen ni son
quienes lo venden. A ellos les dicen lo que tienen que hacer y dónde recoger su
cheque.
En
1920, Mises predijo el futuro del socialismo soviético: tendrán miles de
fábricas operando y produciendo cosas diferentes a lo que la gente quiere y
necesita. Lo mismo está sucediendo con la planificación norteamericana de la
economía de Irak: se gastarán miles de
millones de dólares en cientos de proyectos, sin lograr determinar lo que es
económicamente conveniente hacer.
Mientras
tanto, la gente seguirá sufriendo penurias y bombas, bajo gobiernos inestables
y una economía que no recupera su nivel anterior a la
guerra. El agua seguirá inmunda en Fallujah, la
electricidad no será confiable y los residentes no estarán entretenidos en
___* Presidente del Mises Institute y editor de www.LewRockwell.com
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.