Cuando de política se trata, los pueblos pueden ser muy ingenuos. El problema se agrava cuando quién se cree dueño y salvador del país tiene dinero de sobra para hacer propaganda, no le importa contradecirse, mentir o tergiversar los hechos.
Caracas (AIPE)- Mucha gente dentro y fuera de Venezuela
cree que Hugo Chávez es el héroe de los desposeídos. La propaganda oficial
insiste que los más pobres comen mejor, gozan ahora de servicios médicos
gratuitos, los jóvenes pueden dedicarse
a estudiar y tienen un futuro mejor.
Cuando de política se trata, los pueblos pueden
ser muy ingenuos. El problema se agrava cuando quién se cree dueño y salvador del
país tiene dinero de sobra para hacer propaganda, no le importa contradecirse,
mentir o tergiversar los hechos. Eso lo hace mientras campea el miedo, el
agotamiento de sus opositores tras casi nueve años de confrontación y cuando
van desapareciendo los medios donde se puede criticar y denunciar su lenguaje
engañoso.
No puede ser amigo de los pobres del mundo quién
constantemente trata de elevar los precios del petróleo en
No es defensor de los pobres de su país quien
cierra la estación de televisión más popular, RCTV, donde ventilaban
diariamente los casos de malestar popular y de corrupción oficial. No es amigo
del pobre quién nada hizo por evitar 17 mil homicidios en Venezuela durante el año
2006.
Es probable que los venezolanos más pobres gozan hoy de mayor poder adquisitivo, pero esta aparente
mejora no es sostenible. Venezuela va encaminada a tener un solo patrono y una
escasez de bienes y servicios nunca antes experimentada. La producción nacional
es cada día menor y el petróleo, por más que se manipulen los precios, no da
para importar las necesidades mínimas de toda la población.
Se ofrece medicina gratuita, pero se trata solamente
lo básico y es cuestionable la calidad profesional de muchos de los médicos
cubanos trabajando como esclavos en esos nuevos mini centros. Los hospitales públicos están en la ruina y los
médicos venezolanos están emigrando o prefieren dedicarse a cualquier otro
trabajo, incluyendo manejar taxis o convertirse en vendedores ambulantes. Para
suplir la falta de médicos, Hugo Chávez está graduando nuevas generaciones de
profesionales con apenas tres años de estudios de medicina mezclados con
ideología marxista.
La población venezolana es cada día más enfermiza
porque la basura no la recogen, no hay mantenimiento de tuberías de agua, de
cloacas ni de los desagües en calles y carreteras. Conseguir leche para nutrir
a los niños es una tarea imposible actualmente. Las enfermedades típicas de la
pobreza, como el dengue y la malaria, están de vuelta en Venezuela y tomando
fuerza. Usar el transporte colectivo en las grandes ciudades es exponerse a un
atraco.
En la educación es donde se nota el mayor
retroceso. Los colegios privados, los únicos que funcionaban para los pobres,
están siendo asfixiados y recargados de programas con ideologías que jamás
trajeron paz ni bienestar. La calidad no interesa en la educación pública ni el
debate de ideas; tampoco el número de días de clases en el año escolar. Lo único
que interesa es el número de graduados. Ahora el bachillerato se puede obtener
en un solo un año de estudios, con tal que se aprenda a recitar ridículas loas
al líder de la revolución, frente a las cámaras de televisión.
Admito que muchos de estos problemas no nacieron
bajo la llamada revolución "bolivariana", pero lo mismo que el muy triste
espectáculo de niños pidiendo limosnas en las calles de Caracas empeora día a
día bajo el socialismo del siglo XXI.
___* Analista
político venezolano.
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.