Imaginemos por un momento que Miguelito es un gran emprendedor, él trabaja como empleado en una fábrica, hace lo que puede para ganar lo suficiente para alimentar a sus hijos, que son cuatro, y a su esposa darle un conforto; comprarle su cocina, su comedor, sus ropitas, etc. Él sabe que la situación económica en el país no es de las mejores, y hace todo un esfuerzo para poder conseguir unos centavos para traer del norte un auto que pueda utilizar aquí, sabe que no es de la mejor calidad, que el mantenimiento será un poco más caro, pero su economía alcanza solamente para ese tipo de autos, aunque en la mente de él permanezca su sueño de tener un carro con kilometraje cero.

En fin, junta sus veinte mil pesos y se decide a comprar su “auto-chocolate”. Es lógico que no pueda circular al cien por ciento como lo haría con un coche del país, pero para él eso es suficiente y con eso queda contento. Ya con su dinero en la mano, lo primero que hace es buscar a Charlie, un hombre que se dedica a la venta de “autos-chocolate” y entre ellos se realiza un negocio. Charlie sabe que el auto que va a ofrecer no es de muy buena calidad, Miguelito sabe que aunque no sea de muy buena calidad en el norte la gente le da un mejor cuidado a sus autos que aquí en mexicalpan de las tunas, ciudad donde radica. Al final del día, Miguelito tiene su “auto-chocolate” y Charlie tiene unos centavos más para poder negociar otro carro del norte.

Para algunos políticos y gente de “bien” esta compra-venta es ilegal, es injusta. ¿Por qué tienes que comprar autos del vecino? Si nosotros también fabricamos, es injusto que compres algo que no sea Hecho en México, con esa compra estas contribuyendo a que se pierdan empleos. Esos son muchos de los argumentos de esa gente de bien. Vamos por partes, y seamos honestos.

Creo que al gobierno lo que le interesa es la gente, principalmente la gente más necesitada, ¿No es así? Pues bien, ¿por qué no darle esa oportunidad a la gente para obtener un auto con el cual se pueda trasladar, con el que pueda trabajar, llevar su mercancía etc.? ¿Por qué no generar competencia entre las empresas automotrices internacionales y nacionales? El resultado siempre será un mejor servicio y mejores precios. Las empresas vecinas impulsarían a las nuestras para mejorar su calidad, y si se pierden empleos en nuestras empresas, se recuperarían con la llegada de las empresas internacionales.

Además aumentaría el servicio de refacciones, de llantas, de gasolina, de todo lo que necesita un auto para poder circular por las ciudades, y eso vendría a beneficiar a otros sectores no solamente a los que venden o fabrican autos. Es decir, esta medida afectaría una gran cadena de auto servicios y principalmente a Miguelito que no tiene el dinero suficiente para poder comprar un auto cero kilómetros.

En este caso tanto Miguelito como Charlie salen ganando, así como también los servicios que se derivan de la compra-venta de estos hombres; en otro caso como el que vivimos hoy en día, el único que sale ganando es el Gobierno que le quita parte de la compra a Charlie y a Miguelito y a la empresa en general por hacer negocios de este tipo.

Estamos en el camino cierto, aunque pienso que se camina a tientas muchas de las veces. Ya se aproximan las elecciones presidenciales y creo que el gobierno en curso ha dado grandes pasos para una democracia y espero que esto no se arroje en saco roto.