La ley es muy clara. Nos dice que ni siquiera las precampañas electorales para los comicios del 2012 pueden empezar en el país antes del 18 de diciembre de este año. Las campañas propiamente dichas sólo pueden comenzar en marzo del 2012.

Esta legislación no es solamente mala y restrictiva sino que además no tiene el respeto ni siquiera de los políticos que la legislaron. En este momento un amplio grupo de políticos están buscando abiertamente las candidaturas de sus partidos a la Presidencia de la República y a otros cargos de elección popular. Poco importa que la ley diga que las precampañas no pueden empezar hasta el 18 de diciembre.

Los precandidatos tienen que hacer malabarismos de todo tipo, pero al final se presentan en los medios de comunicación y en todo tipo de foros para presentar sus ideas. Al parecer mientras no digan abiertamente “Vota por mí” pueden decir lo que quieran. También pueden participar en mesas redondas y presentaciones de libros, como lo hicieron la semana pasada Josefina Vázquez Mota y Manlio Fabio Beltrones. Lo único que les está vedado es participar en debates, como uno en Nayarit que fue censurado por las autoridades electorales, aunque los responsables de la censura han declarado que el problema no son los debates sino el que éstos sean arreglados por un medio de comunicación y se anuncien previamente (¡!).

La verdad es que tenemos una ley electoral no sólo ineficaz y antidemocrática sino absurda. Los ciudadanos tenemos derecho a escuchar lo que dicen y piensan aquellos que quieren gobernarse. Pero la censura que aplica la legislación electoral, con apoyo del IFE y del Tribunal Electoral, nos dice que todo el mundo debe permanecer callado hasta el 18 de diciembre.

El monstruo que hicieron los legisladores y que aceptó el presidente de la república en 2007 ha sido un retroceso enorme en las libertades de nuestro país. Pero lo peor de todo es que los propios políticos que han creado este sistema absurdo ahora están dedicados a darle la vuelta a la ley.

Mejor sería eliminar todas estas leyes y recuperar nuestras libertades. Deberíamos permitir que cualquiera pueda aspirar a cargos públicos y hacerlo por todos los medios posibles. Debemos eliminar las restricciones a las críticas a los políticos. Debemos tener, por otra parte, leyes que se apliquen a todos. Si Andrés Manuel López Obrador puede promoverse durante años en radio y televisión, ¿por qué no lo pueden hacer los demás aspirantes a cargos de elección popular?

Por ahora todos los precandidatos viven en un mundo de engaños. Todos están haciendo campaña, y qué bueno que lo hagan. Pero la ley dice claramente que nadie puede hacerlo antes del 18 de diciembre.

Los políticos han creado una ley solo para violarla. Y luego nos quejamos de que el nuestro sea un país en el que nadie respeta la ley.