Continúan las protestas y bloqueos por parte de la CNTE en Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca con la exigencia de que se abrogue la reforma educativa, demanda que obviamente no puede ser validada. Los bloqueos han tenido un enorme costo para la población en estos estados y para la economía en su conjunto: desabastecimiento de alimentos y combustibles, afectaciones a las actividades comerciales, de transporte y turísticas, etcétera. Destaca por su importancia el bloqueo de las vías férreas en Michoacán lo que afectado gravemente las operaciones del puerto de Lázaro Cárdenas. Miles de contenedores varados, imposibilidad de seguir descargando y cargando barcos, afectaciones a diversas actividades económicas en varias zonas del país como la industria automotriz, etcétera, afectará de manera significativa a la actividad económica nacional. Nos enfrentamos, sin duda, a un problema de seguridad nacional y no se percibe que esto se pueda resolver en el corto plazo; al parecer, las negociaciones en la Secretaría de Gobernación han sido un diálogo de sordos. ¿Cuánto nos costarán en crecimiento económico y en la incidencia de pobreza en los de por sí estados más pobres del país estos bloqueos? ¿Cómo pueden tener éxito las Zonas Económicas Especiales si en estos estados existe una alta incertidumbre sobre la protección de los derechos de propiedad, sobre la garantía jurídica de contratos y sobre el acceso a infraestructura? ¿Qué empresario se atrevería a invertir ante la notoria debilidad del estado de derecho?

Como era de esperarse, el discurso que pronunció Trump en la convención del Partido Republicano, fue uno que confirma su xenofobia, racismo, odio, misoginia, etcétera. Su lema de campaña "Vamos a hacer grande a Estados Unidos nuevamente" y sus diferentes pronunciamientos muestran a un individuo que, efectivamente, es un peligro no solo para Estados Unidos sino para el mundo en su conjunto. Con un notable desconocimiento de teoría económica, piensa que aislar la economía estadounidense repeliendo diferentes acuerdos de libre comercio, en particular el TLCAN, así como la imposición de aranceles a las importaciones provenientes de diferentes países lograría ese objetivo. Piensa que manejar una empresa (para lo cual, sea dicho, no ha sido muy ducho) es igual que manejar una economía. Trump es, en su ignorancia, un mercantilista ramplón. Cerrar la economía estadounidense acarrearía un enorme costo no solamente para las familias estadounidenses que pagarían precios más elevados por un sinfín de bienes que consumen sino que también se traduciría en una economía menos competitiva al nivel mundial, con el consecuente costo en términos de crecimiento y de bienestar.

Tipo de cambio, inflación y tasas de interés. La campaña presidencial en Estados Unidos, puede tener un impacto negativo sobre la economía mexicana. La posición de Trump sobre el TLCAN es conocida pero hay que señalar también que Clinton no es una que esté a favor del libre comercio, como lo indica su oposición al Tratado Transpacifico (TPP). Aunque al día de hoy Clinton va arriba en las encuestas, no se puede descartar que Trump sea electo. Si la probabilidad de que él gane la elección aumenta, podrían incrementarse las presiones sobre el tipo de cambio. Aunque la inflación medida con el INPC está aún alrededor del 3%, la medida con el índice de precios al productor está arriba del 5% lo que podría presionar a una mayor alza los precios al consumidor. Si como resultado de lo que vaya sucediendo en la campaña electoral estadounidense el tipo de cambio aumenta, es posible que el Banco de México decida un aumento de la tasa de fondeo antes del fin de año.