Esta es una de las propuestas para la generación de empleo del candidato panista a la presidencia de la república, y se desprende de la coincidencia en el diagnóstico de prácticamente todos los organismos que evalúan la competitividad en el mundo, el costo de abrir un negocio en México es muy alto en tiempo, costos y trámites, debido a esto nuestro lugar en competitividad es muy bajo, es uno de los puntos críticos junto con los costos fiscales como por los problemas de inseguridad jurídica.

Pero este país funciona con una multitud de leyes y trámites, hay que recordar que según nuestra Constitución para los ciudadanos todo lo que no está prohibido está permitido, entonces el gobierno se dedica a emitir leyes para reglamentar todo lo que se puede hacer, y por el otro lado para el Gobierno lo que no está expresamente permitido está prohibido, por lo que expresamente se convierte en ríos de tinta y kilómetros de regulación. De esta forma los particulares enfrentan más de 3,000 tramites por parte del gobierno federal, sin incluir el tema fiscal, existen casi 1,000 normas oficiales y un sin fin de reglamentos y leyes que hacen de la regulación en nuestro país una gran carga, a la que hay que sumar todas las reglas estatales y a éstas la municipales. Nuestra arquitectura jurídica es muy compleja no sólo por nuestra cultura sino por ser una república federal.

La actual administración ya lanzó la iniciativa de una moratoria regulatoria que consintió en un no más regulación que tenga costos para los particulares. Pero la iniciativa tuvo un efecto retardante y no los de una autentica moratoria, ya que las leyes y reglamentos que aprueba el legislativo siempre contienen más reglas que deben normarse para transformarse en trámites. Así nuestro gobierno parece ser una máquina de regulación, por no hablar del atraso y las actualizaciones. Ésta es una de las razones para que las empresas informales sean las que más se crean en el país.

Por ello el reto que ha lanzado el candidato es mayúsculo, ¿podrá el gobierno reconstruir su regulación desde cero? ¿Serán capaces los funcionarios de hacer un gran proyecto de qué es lo que sobra o qué es lo que falta? La verdad es que el diagnostico lo ha trabajado Cofemer desde su creación, junto con la OCDE y Banco Mundial, pero ya hay antecedentes desde la Unidad de Desregulación, sin embargo, para la administración pública pesan más sus operaciones diarias que la planeación y Cofemer se vuelve un escollo en esta operación. Que yo recuerde sólo hay dos ejemplos exitosos de esta regulación base cero, hablando únicamente de trámites a los particulares, donde la visión fue precisamente cargar con los costos excesivos hacia a dentro y reducir la carga a los particulares para reducir el costo del gobierno, éstos son el IMSS, que redujo sensiblemente sus trámites (unificando, desapareciendo y simplificando) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que está aún inmersa en este proceso, tan sólo con cambiar su esquema desde una vertical, todo le aplica a todos, a uno horizontal, a cada quién lo que le corresponde.

Pero esta inexperiencia no habla de un basto camino por recorrer y una de las propuestas más bienvenidas de la campaña, hasta el día de hoy. El reto será enorme y no sé si el gobierno federal cuenta con cuadros calificados para afrontarlo, pero es lo que se debe hacer para facilitar el desarrollo de empresas, intercambio, empleo y riqueza en nuestro país.